Pues yo lo veo así
Esteban Requena Manzano
Por si hiciera falta
Paseo abajo
Las fiestas de moros y cristianos se vienen celebrando en todo el territorio nacional, algunas son realmente espectaculares. En el levante almeriense se celebran cada año durante sus grandes fiestas, teniendo en ellas un protagonismo especial estos festivales llenos de colorido y alegría. Mojácar, Vera, Carboneras, sin ser los únicos ayuntamientos donde los moros y los cristianos se enfrentan cada año en el juego de vencedores y vencidos, son los que más visitantes reciben durante los días en los que dos grupos en lucha festiva se hacen los dueños de las fiestas, de las calles y de las familias. Un espectáculo que ha visto cada año la masiva participando los vecinos, y en el que se sabe cómo comienza y cómo acaba.
Y es ahí donde se están levantado algunas voces, tímidas en un principio, todavía sin fuerza y sin altavoz que las amplifique, pero ganando adeptos en el día a día. El colectivo de marroquíes que viven en España, con sus cientos de mezquitas repartidas por el suelo patrio, se está volviendo en contra de unas fiestas llamadas de moros y cristianos y en la que ganan siempre los mismos: Los cristianos. ¿Cuánto tiempo van a tardar los políticos españoles en poner reparos, combatirlas y hasta prohibir si hace falta, las fiestas de moros y cristianos sobre la piel de toro?
Se vienen celebrando sin ánimo de revancha o enfrentamiento, es una parte de la historia del país, y se hace con colorido, desfile y familias que desde pequeños visten a sus hijos de moros o cristianos, viviendo la fiesta en cualquiera de los dos bandos, nunca enfrentados, siempre dispuestos a la diversión y a la alegría. No sabemos cómo acabarán las voces levantadas en contra de la celebración, ni si se les hará caso por parte de las autoridades políticas ante la reivindicación planteada.
Conociendo a los políticos españoles que nos gobiernan, no me atrevería a decir qué futuro le espera a la fiesta tal y como hoy la conocemos, pero no lo tiene claro. Si el camino es el que está llevando la administración en los comedores escolares, en las subvenciones, alguien se encargará de poner la cruz a las fiestas de moros y cristianos, esas cruces que van desapareciendo de plazas y calles de nuestras ciudades, llevadas al derribo por la ley de la memoria. Ya veremos si no ganan los moros a partir de ahora, o permiten que cada año gane un grupo la festiva batalla. Este año toca ganar a los cristianos, el que viene a los moros. Son los nuevos tiempos que vivimos, la historia hay que cambiarla, no la pueden escribir siempre los vencedores, ahora le toca a los vencidos.
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