
Antonio Lao
La lluvia de marzo, el agua del futuro
A Vuelapluma
La expresión que da título a este escrito es muy repetida en la literatura clásica española. De hecho, aparece en el “Quijote” de Cervantes, en el “Burlador de Sevilla” de Tirso de Molina y en el “Tenorio” de Zorrilla.
Pero en esta ocasión la quiero utilizar en el entorno social, pues las decisiones que toman los políticos, sobre todo si éstos tienen posibilidad de que se vean plasmadas en el BOE, esas decisiones nos afectan a toda la sociedad. Una parte se alegrará de verlas “negro sobre blanco” en el BOE, no “blanco sobre negro” como dicen los “culturetas modernos” y, lógicamente, otra parte se molestará. Concretamente me refiero a la nueva promesa del presidente Sánchez sobre que nos olvidemos de los presupuestos de España de este año. Lógicamente, si ya estamos en primavera, pues que ya no son fechas de hacerlos y, agrego yo, ¿en qué organización, en qué empresa, en qué otro país funcionan un año y otro sin presupuestos? ¿Eso es serio? ¿Es ético y legal y serio hacer promesas de ese tipo?
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