La feria más inclusiva

La responsable de la feria de la ciudad de Almería, la alcaldesa Mar Vázquez, dedicada a la Virgen del Mar, se regocijaba en la presentación de la misma por ser la más inclusiva de la historia. Es posible que lo sea, tendremos la oportunidad de comprobarlo y comentarlo con ustedes. Veremos si la edición de este año es más que la de años anteriores, o solo es una forma de hablar de los políticos.

Dos tardes con música y luces adecuadas no hacen una feria más inclusiva, pero si ello les convence y les alegra, por mi parte ningún problema. Pero, ¿por qué solo dos tarde de siete a diez? Puestos a ser más inclusivos que nadie, todos los días. Esa sí sería inclusiva. Lo de las dos tardes no deja de ser para quedar bien ante la opinión pública y la publicada.

En las palabras de doña María hizo hincapié en las comidas que va a ofrecer el ayuntamiento a algunos sectores de la sociedad. Más inclusivas, aseguró, ya que a las de las mujeres y a las de los mayores este año va a incluir otra a discapacitados, que también son hijos de Dios y pagan sus impuestos al ayuntamiento como todo quisque. Oyendo a la alcaldesa hablar de las comidas de la feria de la Virgen del Mar, que imagino pagamos todos los ciudadanos con nuestros impuestos, no veo yo haciendo un milagro a la Virgen como el del pan y los peces de su hijo, me pareció que algo se quedaba fuera de esa intención de tener una feria más inclusiva.

Veamos: Mujeres, sin límite de edad, bien, se lo merecen. Mayores con la edad de júbilo por delante, creo que es el mejor reconocimiento a todo por lo que han luchado y nos han dado a lo largo de sus años. Discapacitados de todos los géneros y edades, a los que la sociedad no les da todo el cariño que se merecen. Estoy con la comidas. Me parecen bien María, pero, me sigue faltando alguien. Pagan impuestos como el resto de los mortales que viven y trabajan en la ciudad, pero parece que no cuentan con el amor de esas cariñosas ediles que tenemos en el ayuntamiento.

Habrá que preguntarles qué les han hecho los hombres, desde la más hermosa de las juventudes, y hasta ese momento en que se hacen mayores, que no son merecedores de que María, su alcaldesa, decida compartir con ellos mesa y mantel. María, no creo que te vayan a quitar los cubiertos, tampoco la mantelería, pero no crees que en una feria más inclusiva falta en esa mesa el sector de los hombres. ¿Qué te han hecho? Cuéntanos.