Un fantasma recorre el mundo

11 de febrero 2025 - 03:07

Apartir de la llegada de Trump a la Casa Blanca el mundo se ha hecho más inseguro. Sus ocurrencias diarias no son tales, son producto de su megalomanía. American first, dice. América primero. Desprecio al resto. Nacionalismo extremo. Xenofobia y racismo. Todo un acierto de eslogan electoral. Lo de convertir Gaza en un resort mediterráneo para ricos es el dramático botón de muestra de todo ello. No le importan los gazatíes, nativos de aquel país. La colaboración de Israel en esa estupidez malvada era impensable en un pueblo que vivió persecuciones sin cuento, deportaciones en masa y genocidio. Con Trump, la extrema derecha israelí se siente fuerte, respaldada. Las personas, las familias palestinas no importan, como ellos tampoco importaron a los nazis durante la II Guerra Mundial. Dicen que los van a deportar, a expulsar de su tierra, de su país, condenándolos a vivir errantes, en la marginalidad del desarraigo permanente. Sólo los ricos contarán en ese paraíso artificial que Trump propone. Los demás no somos más que figurantes en esa tragedia y consumidores compulsivos de sus productos. En paralelo, la internacional fascista, eufórica, se ha reunido en Madrid para celebrar cómo Trump los ha puesto en la cresta de la ola. Ya no se avergüenzan de sus antecedentes nazis, de su historia. Al contrario, la reivindican. Y exhiben su racismo, su xenofobia, su nacionalismo excluyente, su odio al diferente: su violencia. El péndulo histórico regresa a los años 30. Es su momento… si no lo remediamos. La derecha es ahora, quién lo iba a decir, sinónimo de amenaza a la paz mundial, europea y española. Su cercanía, comprensión y alianza con los extremistas la ha hecho peligrosa para el común de la gente. Puede traernos la pérdida de libertades y derechos. Porque si el fascismo llega al poder ha de ser de la mano de la derecha. Paradójicamente, hoy es la izquierda quien garantiza las libertades. Como ha sido siempre desde que cayó Hitler. Un fantasma recorre el mundo occidental: el fantasma del fascismo. La caída en sus brazos de la derecha en el vano intento de que no se le escapen votos contribuye al deterioro del status quo: un sistema capitalista mundial que, si hasta la fecha es injusto, manejado por los neofascistas será más injusto todavía, peor. ¿En qué mundo van a vivir nuestros hijos y nietos si lo manejan extremistas megalómanos como Trump y sus acólitos europeos?

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