La estela de Horemheb

El gran poeta griego Constantino Cavafis nos regaló una obra maravillosa. Entre todos sus poemas hay dos trascendentales: Ítaca y Esperando a los bárbaros. En España el Minotauro de Moncloa y su zafia horda, amantes de erigir muros y expandir miseria desgobiernan España desde hace 2.384 días y esta mañana. Con nacionalistas y herederos del terrorismo etarra. Coalición progresista se llaman. Nos resguardan de la derecha y ultraderecha. Lo cual les otorga no solo superioridad moral, también derecho de pernada para disponer de nuestras vidas y haciendas. Además de constituir una élite de poder exenta de igualdad ante la ley con respecto al resto de los ciudadanos. ¡Menudo progreso! No es sólo que sean adanistas y sectarios. Hacen del conocimiento un mero relato arrodillado ante, por y para sus dogmas ideológicos. Perjudican en todo lo que pueden al pueblo español. A nuestro país, sus responsabilidades en la Unión Europea, Hispanoamérica y toda la política internacional que esté a su alcance. No vinieron para gobernar. Buscaron con ahínco la manera de hacerse con el poder. Su único objetivo es permanecer en él. Su partido político es el vehículo para ello. Inenarrable 41 congreso. Han hecho que hasta los meandros del río Guadalquivir desearan cambiar el curso de su cauce. Cuanto peores son los gobernantes más arrogantes y embusteros se vuelven. La corrupción campa a sus anchas. Tenemos de donde aprender para poner buen remedio a nuestros males. Uno de los versos del poema Ítaca nos dice “Y vete a muchas ciudades de Egipto y aprende, aprende de los sabios”. Viajemos al Antiguo Egipto. Siglo XIII a. C. Dyeserjeperura Horemheb fue el último faraón de la Dinastía XVIII. Quien facilito la llegada de la Dinastía Ramésida, la de Ramsés II, la XIX. Horemheb fue general y visir de Ay, sucesor de Tutankamón. Cuando llegó al trono Egipto estaba sumido en la decadencia después de 50 años de desordenes y corrupción. Robo de los recursos del Estado. Mentir a la población. Su reinado destaca por la determinación para combatir la corrupción. Advertir y prevenir sobre el mal que causa. Emitió un edicto para corregir los abusos, la pésima administración, que sufrían los egipcios. Proclama el rechazo total a la corrupción y los esfuerzos para que la justicia sea eficaz y equilibrada. Esta grabado en una estela de piedra en Karnak, en el gran santuario de Amón.