
La Cuarta Pared
José Moreno
Olor a coche nuevo
José María Martín ya es secretario provincial del PSOE de Almería. Ha configurado ya su nueva ejecutiva y se dispone a trabajar, como dijo durante su intervención en el plenario del Congreso de su partido, a recuperar el terreno perdido en la provincia. Un terreno que no es ni un metro ni dos, sino toda la parcela que ocupa el mapa de Almería con sus 103 pueblos, pues el PSOE hace muchos años que dejó de tener fuerza electoral en esta tierra. Años en los que casi ha quedado reducido a la insignificancia en el poder regional, provincial y local.
Martín, por tanto, tiene por delante la ingente tarea de ilusionar primero a los militantes, luego a los ciudadanos y, por último, convencerlos de la necesidad de que vuelvan a confiar en estas siglas históricas venidas a menos en la provincia. Como argumentario sus palabras ante los delegados de su Congreso sonaron a gloria en los oídos de cuantos le escuchaban. Pero otra cosa es trasladar el mensaje a cada uno de los rincones de la provincia y de los municipios en los que el PSOE fue y ahora no es.
Para que se hagan una idea, el Partido Socialista sólo conserva como pueblo importante en la provincia Vícar. Antonio Bonilla es alcalde desde hace casi treinta años y el feudo es un seguro de vida para este partido. El resto de localidades en los que aún gobiernan tienen muy pocos habitantes, por lo que la fuerza provincial es poco más que testimonial en administraciones tan importantes como la Diputación.
De la capital queda poco por decir. Una agrupación vacía de contenido desde hace demasiados años, un grupo municipal hecho jiornes y un secretario local que ni está ni se le espera. La primera tarea de nuevo secretario provincial es agrupar en torno a un o una dirigente el futuro local. Y para ello no debe tardar mucho en buscar candidato o candiata al Ayuntamiento. A dos años vista de las municipales parece una tarea esencial. Convencer a Adriana Valverde de que deje la portavocía se antoja una tarea de chinos. En Roquetas, El Ejido, Adra, Níjar, Huércal Overa, Huercal de Almería y el resto de pueblos de la costa el partido no está mucho mejor que en la capital. Con candidatos acomodados y concejales pegados al sillón desde hace demasiados años, recuperar peso o el poder, aunque difícil, pasa por encontrar y postular candidatos nuevos, sin alforjas, en los que sus vecinos confíen. Y para eso hay que dejar de lado los intereses partidistas que tanto daño han hecho a esta fuerza política en los últimos años.
Como tarea ya ven que es ingente. Ahora está por ver si las componendas realizadas en la configuración de la ejecutiva y la presión de la secretaria general de Andalucía, María Jesús Montero, son capaces de dar alas al también subdelegado del Gobierno y afrontar, impasible, el relevo generacional que el PSOE de la provincia de Almería pide a gritos.
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