Escaparate y banco

Luces y Razones

Escapare y banco
Escapare y banco / Pablo Laynez

14 de diciembre 2024 - 17:00

Almería/¿Qué invita más, el escaparate a mirar la mercancía o el poyete a sentarse con distintos propósitos? Las dos prohibiciones -ay, el “prohibido prohibir”, precisamente del Mayo francés de 1968- pretenden disuadir ante el acomodo que el banco presta para sentarse a descansar o comer. De ahí que, más que prohibir, aunque se utilice la convenida señal, se pida, por favor, no hacerlo. La razón ha de estar en que, ocupado ese espacio, se impide la contemplación del género que se vende en la tienda. Ciertamente, sin el atractivo del estreno y el reclamo de las tiendas de marca, mas sí con la oportunidad de dar un segundo uso a lo que no se gastó demasiado con el primero y, además, mantenga la calidad buscada, aunque con reducido precio. La solicitud de los regentes de la tienda no parece, por tanto, preventiva, dado el apaño que el banco puede dar, sino resultante de una práctica que los viandantes, como reposo del paseo, pueden haber adoptado y, con ella, asimismo dar satisfacción a los requerimientos del estómago. El acierto del fotógrafo, al reparar en esta instantánea, lleva a considerar tanto la importancia de ver y contemplar las cosas, con distintas finalidades, como el uso que cabe hacer de las disposiciones que también las cosas ofrecen o, sin hacerlo, se consiguen. Predomina, aquí, el escaparate para mirar, pero más atractivo parece el poyete para sentarse.

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