Emergencia social

Esta Navidad, como otras muchas desde hace demasiados años, hay familias de Almería que no dispondrán ni de lo mínimo para celebrar los días señalados. Para empezar, hay barrios completos donde apenas disponen de unas horas de electricidad al día, a consecuencia de los problemas ocasionados por los enganches ilegales y por el consumo excesivo de las plantaciones de marihuana, situación a la que ni el Ayuntamiento ni la Junta de Andalucía han querido hacer frente. Sólo las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado están actuando de forma contundente.

Según el diagnóstico realizado por el propio Ayuntamiento sobre la situación socioeconómica de los barrios de la ciudad, en La Chanca-Pescadería, el 20% de sus 39.000 habitantes vive en una situación muy precaria, con ocupación de viviendas, deterioro de infraestructuras, violencia de género, drogadicción, una alta tasa de población envejecida y diversidad de nacionalidades. Igual situación vive el 25% del barrio de Piedras Redondas y el 12% de El Puche, donde, además, preocupa la alta tasa de absentismo escolar, la situación de riesgo de los menores y el maltrato infantil. No es casualidad que El Puche haya sido señalado como el tercer barrio más peligroso de España y es que la relación entre pobreza, marginalidad y delincuencia es inevitable, dado que los factores económicos que soporta este barrio inciden directamente sobre sus niveles de criminalidad.

A ello contribuye también la falta de servicios públicos adecuados. Se trata de problemas muy complejos que requieren soluciones integrales, pero la realidad es que nuestro Ayuntamiento, lejos de abordar de forma decidida la situación, ha vaciado de personal sus Servicios Sociales, depositando la responsabilidad sobre este grave problema en distintas asociaciones que, a duras penas tratan de sujetar la embestida de la pobreza. Es un escándalo que, mientras esto ocurre, el área de Familia, solo en el último año, haya gastado 134.000 euros en servicios de prensa, vídeos, difusión, animación y organización de eventos, cifra que en el caso de la alcaldesa supera el millón de euros. Esperemos que la solución a los problemas de estos barrios entre, de una vez por todas, en el apartado de buenos deseos de la alcaldesa, que asuma su responsabilidad y refuerce los servicios sociales del Ayuntamiento para ayudar a estas familias a salir de la pobreza.