La educación va bien

Parece existir un pensamiento pesimista sobre nuestra valía nacional. Se está acomplejado, pensando que todo lo externo es mejor, cuando se ha demostrado, muchas veces, que si trabajamos con ilusión se consiguen grandes gestas. España carece de orgullo propio, lo cual no quita que deba ser acompañado de una autocrítica intensa, huyendo de la autocomplacencia. Hay que ser exigentes con la labor desarrollada, orgullosos tras las duras jornadas del trabajo realizado. La ilusión es necesaria, siendo la satisfacción por lo propio un sentimiento digno, alejado del vacuo, aquel que dirige el pensamiento hacia el pasado, lamentándose continuamente de la situación actual, echando la culpa al otro bando.

En los últimos tiempos se está repitiendo, en diversos medios de comunicación, que nuestro Sistema Educativo está mal, comparando sus resultados con otros países. Este es el caso del último informe de la OCDE, en el que se sitúa a España en posiciones más que mejorables.

Un dato de este informe, sobre la población que no posee al menos los estudios de Educación Secundaria, en la población comprendida entre los 24 y 36 años, es repetido y resaltado en todos los medios de comunicación, situándolo en torno al veintiséis por ciento, siendo la media de los países participantes de un catorce por cien. Pero se olvidan de resaltar que, en el periodo 2016-2023, ha pasado España del treinta y cinco al veintiséis por cien, disminuyendo nueve puntos, cuando la media de los países participantes en este estudio, ha pasado del diecisiete al catorce por cien, disminuyendo tres puntos. ¿Qué significa ésto? Pues que mientras la media de países ha mejorado tres puntos porcentuales, España lo ha hecho en nueve. Es decir, ha disminuido el triple que la media de países participantes en este indicador.

Se está evolucionando de forma más rápida que el resto, por lo que se puede concluir que se funciona mejor, ya lo dije en otro de mis artículos. El progreso que se está consiguiendo es magnífico. Más que criticar, desmotivando a los protagonistas del Sistema Educativo, hay que alentar en su mejora. Además, muchos de los que intervienen con sus opiniones, sobre la política educativa, poseen un concepto desfasado, ideologizado o equivocado, de las necesidades formativas de la población. Cuando critican a los profesores lo hacen como si ellos entendieran del trabajo docente, pero ¡ay si alguien ponen en duda su profesionalidad! Lo que deben hacer es apoyar al profesorado y reconocer los éxitos conseguidos en Educación.