Francisco García Marcos

La economía y el misterio

Comunicación (Im)pertinente

28 de septiembre 2024 - 03:08

Aveces tengo la sensación de que en España se han ido desplegando batallones de encapuchados que, subrepticios y persistentes, han ido desplegando una telaraña de misterio entre nosotros. Ha sido como un goteo fino, que apenas cala, o que incluso resulta agradable, pero que finalmente moja. En todo caso, mediante ese procedimiento tan sutil como sistemático, los ciudadanos terminamos interiorizándolo, asumiendo con senequismo que hay misterios ineluctables, sin más.

Solo que si, por cualquier motivo, se descorre un momento el velo de la realidad misteriosa española, entonces se experimenta un legítimo desconcierto. Justo eso es lo que sentí al conocer la buena marcha de la economía española, por encima de las previsiones más optimistas. El misterio estructural nos ha hecho no preguntarnos cómo los indicadores económicos mejoran, pero se incrementa la pobreza, con los peores datos de la Unión Europea, crece el número de familias que acude a los comedores sociales, a pesar de tener trabajo, o aumenta el empleo, solo que con una precariedad escandalosa. Como lo es que las grandes preocupaciones políticas se ocupen de niñerías, de estrategias diversas de salón, y no de darle de comer dignamente a sus ciudadanos.

Entonces uno comprende por qué el velo misterioso es imprescindible para proseguir en un país que genera riqueza solo para unos pocos. Claro que, como algún día caiga el velo y se disipe el misterio, lo mismo el país arde en llamas vivas. Pero eso a la clase política le da igual, naturalmente.

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