Luces y Razones
Antonio Montero Alcaide
Navidad
Francia, siglo XVI. Uno de los periodos más complicados y convulsos de la historia del país galo. En ese tormentoso escenario, encontramos a dos de los autores trascendentales para el pensamiento político universal. Les unió una amistad incomparable y una obra, un ensayo asombroso, sobre la forma de pensar el poder y el Estado. Un libro imprescindible, inspirador, en defensa de la libertad. Apología de las humanidades. Me refiero al Discurso de la servidumbre voluntaria de Étienne de La Boétie (1 de noviembre de 1530, Sarlat-la-Cáneda, Perigord-18 de agosto de 1563, Le Taillan-Médoc, Aquitania. Francia) Su autor está ligado por leal amistad a Michele de Montaigne (28 de febrero de 1533-13 de septiembre de 1592, Saint Michel de Montaigne, Aquitania) que será clave para el conocimiento y transmisión de la obra de La Boétie. Magnifica la edición de Pedro Lomba en la Editorial Trotta (2024) É. de La Boétie se interesó desde muy joven por la cultura clásica. Los autores grecolatinos. Fue Magistrado en Burdeos. En 1548, a los 18 años, escribió esta obra, que se publicó en 1572 gracias al compromiso de su amigo Montaigne. La idea central, el corolario, del pensamiento de La Boétie es que sin conocimiento del ser humano, no hay política. Nos recuerda la obstinación de nuestra naturaleza por el poder y la pasión de dominio. Por la servidumbre voluntaria. Resulta un reto fascinante leer al mismo tiempo El príncipe de Maquiavelo y Discurso de la servidumbre voluntaria. Preguntémonos ¿qué estamos haciendo en el presente del que somos responsables? La Boétie es incisivo, agudo y realista. Nos pone ante la realidad de nuestra debilidad y cobardía para defendernos de nuestra seducción por la tiranía. De como mitificamos absurdamente al poder, grupos de influencia y los lideres que fabrican. La democracia está muriendo miserablemente por nuestra irresponsabilidad. Nos dejamos acaparar la política y estabular nuestra ciudadanía. Que se destruya el pensamiento y la acción de la sociedad civil. Ser libres exige que seamos individuos y sociedad civil responsables de nuestro gobierno e instituciones. Escribió La Boétie “¡Pobres y miserables pueblos insensatos, naciones obstinadas en vuestro mal y ciegas a vuestro bien! Os dejáis arrebatar ante vosotros lo mejor y lo más claro de vuestros bienes, saquear vuestros campos, robar vuestras casas”.
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