¿De qué se ríen?
Diputazioa nos roba
Aahora está de moda el concierto vasco por la discusión sobre un posible concierto catalán. En realidad, siempre ha estado “de moda” el concierto vasco por el cabreo que nos produce el que se queden con todos los impuestos y no se sepa cuánto contribuyen de verdad al gasto del Estado, si es que pagan algo. Bueno, pues el contagio no solo afecta a Cataluña: varias comunidades autónomas ya están diciendo qué hay de lo mío. Y aún hay más, como decía Súper Ratón: la comisión de “txosnas” (casetas autogestionadas) de la feria de Vitoria se niegan a pagar impuestos por las bebidas y demás ventas en sus locales. Dicen que la actividad de las txosnas es “sin ánimo de lucro”. Sólo las abren para emborracharse. Son benefactores de la humanidad, o al menos de sus simpatizantes. Suponemos que despacharán los calimochos –perdón kalimotxos- a precio de coste, porque si no, alguien se está embolsando “el lucro”. Los hosteleros del lugar llevan ya dos años pagando religiosamente por cada zurito que venden, ya que se implantó un sistema obligatorio de control en tiempo real (“ticketBAI”) que digitalmente registra todos los pagos. Por tanto, en vista de la actitud de los altruistas mollatosos vitorianos, han dicho que “o jugamos todos o pinchamos el balón”. Para contraatacar esta ofensiva empresarial, les sugerimos a los sufridos “txosneros” que utilicen una versión en eusquera del eslogan que con tanto éxito han difundido los catalanes (España nos roba): la Diputación de Álava nos roba, o para más eficacia en el mensaje “Arabako Diputazioa lapurtzen digu” que, según el traductor automático de Google es como se dice en vascuence. Al final, por muchos matices y rollos con que se envuelvan estas cosas, de lo que se trata es de no pagar impuestos. Ni en Álava ni en Benitagla. Si los de las casetas vitorianas le ganan el pulso a la hacienda provincial, los caseteros almerienses tendrían un precedente para oponerse a cualquier tipo de gabela que el Ayuntamiento, la Diputación, la Junta o el Gobierno pretendan imponerles. Claro que, casetas, lo que se dice casetas tradicionales, ya casi no quedan en la feria de agosto, a pesar de que este año solo van a pagar 0,1 € por metro y día, en vez de los cuatro que pagaban antes. O sea, gratis. Ya solo les falta que les quiten el IVA de las bebidas, pero eso no depende de las autoridades locales ni provinciales ni autonómicas. Esa ventaja sí la tienen los vascos con su “concierto”. Menudo chollo
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