El dichoso consumo

Viendo la dichosa TV me chocó un anuncio, no disfruto de cadenas sin ellos, de una gran plataforma de ventas que rezaba: “gasta menos y llévate más”. El eslogan está bien, atrae y empecé a darle vueltas sobre el verdadero significado del mismo. ¿Pero debo gastar menos o llevarme más? En este caso lo que se quiere es vender más, por ello el mensaje final es que no gastemos menos, sino que por el mismo dinero que me iba a gastar, en esa plataforma puedo aprovechar para comprar más cosas. En cualquier caso y pese al lio del juego de palabras al final me dije ¿Y para que quiero llevarme más? Si yo iba a comprar una cosa para que quiero dos. Ese estímulo para consumir más y tener más cosas me lleva a pensar en dos sentidos por uno, el impacto ambiental de un consumo desmesurado, siguiendo la estrategia de los fabricantes y comerciantes, fabricar y vender más, por otro en la necesidad real y/o psicológica de tener más. Esto último lo abordaremos otro día.

Para un producto podemos conocer el impacto del mismo desde el punto de vista de la gestión comercial del fabricante mediante el análisis de su ciclo de vida, pero el que aquí nos interesa es el análisis desde el punto de vista ambiental, es decir el impacto ambiental que genera el producto. El ACV de un producto contempla varias categorías de impacto ambiental, la más conocida es la huella de carbono, que mide el total de emisiones de gases de efecto invernadero generadas por un producto en equivalentes de dióxido de carbono (CO2e), pero hay otras categorías de impacto como la huella hídrica, eutrofización, acidificación, recursos abióticos y bióticos, etc. EL marco de referencia para el cálculo del ACV está estandarizado mediante las normas UNE-ISO 14040 y UNE-ISO 14044. El ACV de un producto se basa en un análisis de todas las etapas de su vida, obtención de materias primas, transporte, producción, distribución, consumo y gestión de los residuos al finalizar su vida útil, ACV de la cuna a la tumba. El ACV de la cuna a la cuna incluye la gestión de los residuos al final de la vida y su reutilización como materia prima, lo que reinicia el ciclo. Por tanto, el Análisis del Ciclo de Vida es una herramienta básica en la economía circular y la sostenibilidad ya que aporta información sobre el impacto que generan productos y servicios. Pero lo importante a nivel personal es si realmente necesitamos más.