Díaz Ayuso en la oposición

Si comparásemos una intervención de Isabel Díaz Ayuso con una intervención, pongamos por caso, de Cuca Gamarra, veríamos la poca diferencia que hay en el discurso que nos largan desde la tribuna de la derecha. Observaríamos que el tema se centra en la persona de Pedro Sánchez, al que le dedican los descalificativos que tienen por costumbre, cuando se envalentonan en el ataque. Que la señora Cuca Gamarra, diputada del principal partido de la oposición, se desahogue insultando sin freno al presiente del Gobierno, no tiene nada de extraño, puesto que corresponde a la estrategia que ha establecido el PP para hacer oposición al Gobierno. Lo que no parece lógico es que el único objetivo de Isabel Díaz Ayuso, que tiene a su cargo el gobierno de una comunidad, sea subirse al carro de la oposición para entrar en batalla contra Pedro Sánchez. Hasta la fecha, desde que fue nombrada presidenta de la comunidad de Madrid, no recuerdo ninguna intervención haciendo referencia a la gestión que le corresponde. Según parece, hacer oposición es una táctica política que le puede resultar rentable y no merece la pena hincar el codo gobernando, si puede mantenerse en la presidencia soltando lindezas contra Pedro Sánchez. Aprovechó la festividad del 2 de mayo para darse un baño de masas ante un público que había sido convocado para arremeter contra el presidente del Gobierno, al que dedicó una afrenta por el apagón y por la pandemia: “ni se nos encierra, ni se nos apaga”. Ni una sola palabra para dar cuenta de las gestiones que le corresponden como presidenta para mejorar la vida de los madrileños. Una vestimenta con los colores de la bandera española y unos ataques a Pedro Sánchez, y a otra cosa mariposa. Con el apagón le faltó tiempo, junto a otros compañeros del gremio, para declarar el nivel 3 de emergencia, lavándose las manos ante cualquier obligación que pudiese afectar a sus competencias. Menudo chollo tiene Isabel Díaz Ayuso con que Pedro Sánchez sea el origen de todos los males y le dé motivos para dedicar su agenda a ejercer la oposición. Yo le aconsejaría que bajara el volumen porque corre el riesgo de que su discurso produzca efectos en el electorado y el PSOE pierda el gobierno de la nación. El día que el malvado de Pedro Sánchez salga de la Moncloa y deje de viajar en el Falcón, le van a faltar argumentos para mantenerse en la presidencia de la comunidad de Madrid ejerciendo la oposición, sin necesidad de dar el callo.

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