Días regidos por la corta distancia

Los destinos del mundo pueden reunirse en las variadas ofertas de una agencia de viajes, mas también en las abiertas escapadas de la imaginación, si las condiciones no dan para hacerlas realidad. Aunque el hecho de viajar resulte de muy distintas circunstancias, es habitual asociar el viaje al turismo, al ocio y las vacaciones. Sobre todo cuando estas se extienden por una conquista laboral, acortado el horario de las jornadas, redimidas algunas semanas de la labor, aprovisionado con más peculio el bolsillo y mejoradas, no poco, las posibilidades de movilidad. Con el peso de los años a la espalda, este hombre repara en la viajera oferta a destinos que seguramente desconozca, ya que solo con los muchos años cumplidos y la disciplina del ahorro pueda permitirse que sus pasos, ya menos firmes o ligeros, recorran trayectos bien distintos, y distantes, a los del marcado itinerario de sus días hechos a la obligada costumbre de lo ordinario. No queda tan lejos, además, la casi prodigiosa experiencia de la contemplación primera del mar por quienes, también metidos en años, no habían podido mojar antes sus pies en las serenas y sanadoras aguas marinas de la playa. Como tampoco faltarán reservas, en muchos viajeros primerizos, ante los trámites y asuntos del viajar. Al cabo, una ilusionada valentía la de escaparse de los días regidos por la corta distancia.