Día Mundial del Libro

Mañana, 23 de abril, es el día. Es sin duda un motivo de celebración y fiesta este Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor. Pero fríamente podemos decir que es un sector muy frágil y muy necesitado de apoyo institucional. En un mundo en el que la atención es un bien escaso, crear y mantener lectores no es tarea fácil y muy pocos lo consiguen, pese a que está demostrado y superconocido que leer, se puede decir como la Real Academia de la Lengua, reza en su slogan, «limpia fija y da esplendor». Gracias al rey Felipe V de España sucesor del último monarca de la Casa de Austria y primer monarca Borbón en el trono español, firma la cédula real para la constitución de la Real Academia Española (RAE).

En cierta ocasión le preguntaron a Benjamín Franklin: ¿Cuál es el hombre digno de mayor compasión? Franklin respondió: “El solitario que no sepa leer en un día de lluvia”. Un buen libro puede hacer mucho bien y uno malo mucho mal, pues con razones aparentes, con sofismas y a veces con auténticas falsedades pueden destruir los fundamentos de nuestras razones de vivir honradamente.

Aunque parezca una obviedad, sin lectores no habrá creadores. La mayoría de los autores españoles e hispanohablantes, incluso muchos de los que aparecerán mañana en las listas de best sellers, no pueden vivir de lo que escriben. El sistema de librerías independientes, amenazadas por los gigantes de la venta por Internet, se enfrentan a diario a una avalancha de novedades imposible de gestionar.

La gente joven, tenemos esa suerte, sí leen. Está datado, el estudio rompe el mito, casi el 80% de la población entre 14 y 24 años es lectora de libros. Casi dos tercios de la población española lee libros en el poco tiempo que disponen. Lo cierto y verídico es que un casi 70% de nuestros convecinos patrios, en el año pasado, lo hicieron, un nivel alentador que se registra por primera vez en nuestro país. Son datos del Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España, que elabora Conecta, para la Federación de Gremios de Editores de España.

Los libros permiten a los jóvenes y no tan jóvenes, enamorarse de lo que es bueno, verdaderamente bello, entre los muchos editados al año, hay relatos que cautivan. A la nefasta verborrea de nuestros “politicastros” actuales, nos podemos aplicar los votantes estos versos de Santa Teresa: “Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa”.

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