La legislatura llega a su fin

Mañana jueves hubiese sido el principio del final. Hablo de la legislatura y de lo difícil que lo tiene Pedro Sánchez para continuar, aunque él diga que no a pesar de todo lo que tiene encima. Bueno, creo que se autoconvence de una historia que pensaba que iba a ser maravillosa. El principal problema de esto han sido sus socios como ERC o Puigdemont. Es lo que tiene confiar en unos partidos que critican tu propia Constitución (que juras o prometes cuando llegas al cargo) y que se han convertido, como ya sabíamos, en los peores enemigos del presidente. Ahora han tenido que dar marcha atrás para buscar a alguien después de los celos de Junts y su ‘no’ al techo de gasto. Todo esto era de esperar y más si los socialistas han pactado con el mayor enemigo de ellos, los republicanos catalanes dirigidos por Junqueras. Pero si no eran los independentistas catalanes, serían los vascos. Jugar a esto siempre ha sido peligroso. El problema es que el jefe del Ejecutivo ha demostrado que sabe regalar a todos para que él siga en el trono de Moncloa. Claro, con estas presiones que tiene Sánchez, ¿qué hará? Pues como ya saben, todo puede ocurrir. Lo triste es que veamos a un Santos Cerdán desesperado intentado convencer al expresident de la Generalitat en Suiza. Si a ustedes les dicen esto hace unos años no se lo creerían. Es decir, una reunión con un señor que se fugó de la justicia por segunda vez el pasado mes de agosto. Esa enfermedad de seguir y seguir que padece el ‘gran jefe’ está consiguiendo arruinar a un partido que tenía unas bases políticas impresionantes. El hundimiento, por cabezonería del presidente, va ser peor que irse a tiempo. Es aterrador el número de informaciones negativas que salen cada día sobre su familia o sobre otros casos de posible corrupción. El problema es que hay una pasividad infinita por parte de la ciudadanía e incluso en la misma política. Por eso, ahora Moncloa cuelga videos del presidente y su mujer acudiendo al cine o a ver una exposición de modistos importantes del país. Una campaña que ya hicieron para bajar el suflé y que no sirvió para nada. Agoniza el Gobierno, sus pactos, decretos ley y sus socios. Comienza el cambio de ciclo