El Medio y el Ambiente
Ignacio Flores
Sin química es imposible el progreso
Parecía que cuando algunos extremistas hablaban de que el Gobierno socialista controlaría los medios de comunicación, se pensaba que era un poco ridículo y más en la España que vivimos. Pero, por desgracia, parece ser que sí. El término “la máquina del fango” es la coletilla más usada en el último tiempo por Sánchez pero, ¿qué significa realmente esto? Pues medios críticos con el Ejecutivo que llevan en sus portadas información comprometida. Sí que podemos decir que los bulos campan a sus anchas en las redes sociales, pero por eso hay que saber diferenciar y tomarse en serio la profesión del periodismo. Todo viene a raíz del ‘Koldogate’, pero se ha acentuado con el caso de la esposa del presidente. Es decir, ¿volveremos a ver la figura del censor? Es repugnante que esto pueda ocurrir. Miren, todas la informaciones publicadas en los distintos medios digitales de renombre periodístico han sacado su información contrastada y con pruebas (documentos, emails, cartas etc). Ya les digo yo que no se la juegan a publicar algo sin sentido. Claro, pero aquí es lo de siempre. Si esa noticia fuese contra la oposición sería todo una maravilla e incluso alguna ayuda de campaña del ministerio de turno tendrían de publicidad. Recuerden esa información, que después rectificó el medio, que el Gobierno utilizó a capa y espada para atacar a Feijóo. En definitiva, lo aprobado ayer en el Consejo de Ministros no tiene nada que ver con la ‘regeneración democrática’. Podríamos decirles que es más una ‘degeneración’. El plan en sí, consiste en quitar de cuajo ayudas públicas a los medios que pongan roja la cara del presidente. Oigan, es así y da un poco de miedo. Parece que lo que pasa con Maduro se pueda repetir aquí. Esta semana hemos podido conocer por ‘El Confidencial’, que el Gobierno prepara un plan de ataque contra jueces y periodistas orquestado desde el Gobierno. Ya no solo vemos control en las instituciones, también quiere tener todo a la perfección. Es decir, que ningún juez como Peinado y ninguna publicación inadecuada tuerza su historia. Es la verdadera enfermedad de Sánchez, ser el jefe supremo y sentirlo como tal . También se lo dice a todo sus parlamentarios, dejando bien claro que los otros como Page o Lambán nada tienen que ver con este PSOE tan unido. Ya saben el guión de esta película, lo conocemos, seguir, seguir y seguir cueste lo que cueste.
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