¡A declarar!

El juez llama como testigo a Pedro Sánchez para que a través de él nos cuente a todos los españoles lo que no ha querido decir en sede parlamentaria cada vez que desde la oposición le han preguntado por la actuación de su esposa, Begoña Gómez.

No te lo esperabas, ¿verdad? Cómo un juez se ha atrevido a llamarte a ti, Pedro, presidente de gobierno, a tener que declarar ante la justicia. No te lo puedes creer. ¿Quién se cree este juez que es? ¿Has llamado a Pumpido? ¿No te ha dicho nada? ¿Y al jefe de los fiscales? ¿Qué dice el fiscal que pusiste a dedo para que defendiera todo lo que te pueda pasar en el futuro?

Lo siento por ti, creo que no has sido lo suficiente raudo y veloz a la hora de tener a la justicia de rodillas, esa que andas queriendo controlar, que casi la tienes comiendo en el pesebre de tu mano, aunque todo indica que algún juez no se ha acobardado lo suficiente, no lo habéis humillado lo necesario, sigue de pie, intentando que se haga justicia en este país, cuestión esta que, con algunas de las medidas tomadas por tu gobierno, se había visto en cuestión, y mira por dónde, ha decidido llamarte a declarar.

Supongo que no estás preocupado. ¿Quién va a poder contigo? Qué puede hacer un triste juez de Madrid, cuando tú tienes a siete magistrados del constitucional de tu parte, dispuestos a cambiar, revisar e interpretar las leyes para que sobre tu excelsa figura política y humana no caiga dolor alguno. Pero si algo de ese prestigio político que se empieza a tambalear en Europa y en el resto del mundo.

El problema es la vergüenza que cada día sienten los españoles cuando ven el camino que le estás haciendo andar a la justicia, a las instituciones y a tu partido político. Qué deben pensar aquellos que recuerdan tus palabras hace siete años, cuando fue llamado a declarar el más inútil de los presidente que ha tenido este país, Rajoy. ¿Las recuerdas? Decías, y no te faltaba razón, que era una vergüenza para los ciudadanos de este país que el presidente fuera llamado a declarar por corrupción de su partido, que lo que tenía que hacer era presentar su dimisión.

¿Y tú, qué piensas hacer? ¿Te vas a unir al club de los presidentes que son llamados a declarar por corrupción y no dimiten? ¿Dónde se quedan aquellas palabras tuyas? ¿Dónde la vergüenza de la que acusabas a Rajoy? A él por su partido, a ti por la presunta corrupción de la persona con la compartes cama y sábanas blancas.