Las declaraciones de Miguel Ángel Rodríguez

La imagen que yo tenía de Miguel Ángel Rodríguez era la de un tipo que, siendo portavoz del gobierno de José María Aznar, iba conduciendo a las dos de la mañana mirando las estrellas y provocó un choque con tres vehículos que estaban estacionados en una calle de Madrid. Creo que fue detenido acusado de un delito contra la seguridad vial, por haber superado con creces la tasa de alcoholemia permitida, pero no recuerdo cómo acabó la cosa. Estuvo desaparecido durante unos años y me sorprendió verlo de nuevo ejerciendo de jefe de gabinete de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Ahora, cada vez que ella habla parece como si lo tuviese detrás, ejerciendo de apuntador, transmitiéndole las frases que nos tiene que decir. Es la mano derecha de la señora Díaz Ayuso y lleva la voz cantante tratando de minimizar los posibles delitos cometidos por el Ciudadano Particular, presunto defraudador y compañero sentimental de su jefa. Con las declaraciones que hizo como testigo en el juicio celebrado la semana pasada contra el fiscal General del Estado y las que pronunció a los periodistas a la salida del Tribunal Supremo, todo apunta que fue el primero que filtró a la prensa correos electrónicos referentes al caso del Ciudadano Particular. Reconoce que lanzó un bulo a la prensa alegando que fue la Fiscalía quien hizo una propuesta al Ciudadano Particular para reducir la pena de cárcel a ocho meses, cuando, por el contrario, ha quedado demostrado que fue el abogado del Ciudadano Particular quien ofreció el pacto a la fiscalía. En cualquiera de los casos, tuvo conocimiento de la negociación entre la fiscalía y la defensa del Ciudadano Particular por un correo electrónico que, según declaró ante al juez, le había enviado el abogado del Ciudadano Particular, pero ante los micrófonos de los periodistas que le estaban esperando en la puerta, cambió de tercio y les dijo que fue el propio Ciudadano Particular quien le envió el mail. ¡UF, qué lío! Pero aquí no acaba la cosa, para rematar, lo que tiene claro Miguel Ángel Rodríguez es que el fiscal General del Estado tiene que ir “p’alante”, ser juzgado y condenado, y detrás Pedro Sánchez, origen de todos los males, que lo único que pretende es arremeter contra Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid y novia del Ciudadano Particular que, dicho sea de paso, es un hombre honorable y un profesional brillante. Ya saben los jueces a quien tienen que llevarse “p’alante”.”