Dale tiempo a la vida y verás

En esta vida “hay de tó”. Una parte de la población es joven y la otra es mayor. En los jóvenes, los hay más jóvenes y menos jóvenes. En los mayores, los hay menos mayores y más mayores. Además, en ambos grupos hay personas con algún padecimiento que les hace necesitar de ayuda para su vida diaria, pero entre los mayores también hay mayores que necesitan ayuda externa para su vida diaria. Se supone que la ley de dependencia la inventaron los políticos para remediar esos problemas. Se supone que el gobierno actual es, algo así, como el gobierno de “la gente”, expresión que yo interpreto como el gobierno de los ciudadanos más necesitados. Bien, pues resulta que actualmente cada 15 minutos se muere una persona que era dependiente y que estaba esperando la ayuda de la ley de dependencia para poder “lavarse el culo” o para “poder ponerse guapa” e ir con sus amigas a “hablar de sus nueras y de sus yernos”. En lista de espera de la ayuda de la ley que otorga las ayudas, hay MÁS DE 290.000 PERSONAS DEPENDIENTES. En el año 22, murieron más de 20.000 dependientes en espera de la ayuda, pero en el 23, “progresamos adecuadamente” y fallecieron más de 40.000, o sea, el doble. Como sigamos así, no va a hacer falta la ley.