Cursos para los capillitas

14 de julio 2024 - 03:11

En este país, dicen que todavía se llama España, no eres nadie si no estas en algunos de los cursos que hay en marcha. Y no es de ahora, desde hace algunos años, cuando los sindicatos se dieron cuenta de los beneficios que les reportaban los mismos, se multiplicaron para cualquier motivo en el que ellos, con el favor de los políticos, los pudieran imponer. Uno entendió en su momento los cursos para los parados, había que buscarles alternativas para su vuelta al mundo laboral, pero aquellos, que tenían un sentido y que fue la gran lotería de los sindicatos, no eran suficientes para la voracidad de los mismos, y empezaron los que sin sentido se inventaban e imponían los distintos gobiernos que los tenían como correas de transmisión.

En Andalucía la Junta se sacó de la manga los cursos agrícolas. Y mira que dieron por donde amargan los pepinos a los agricultores. Hombres que llevaban fumigando toda la vida tuvieron que hacer un curso para aprender lo que les habían enseñado sus padres. Y un chaval de pocos años, hijo de algunos de ellos, casi siempre con el carnet de un sindicato, se erigía en profesor ante su padre y los amigos de este. Junto al fumigueo, la poda, el engarpe, la cura del naranjo, la higuera y el melocotón. Curso para poder conducir el tractor, la máquina recorta setos y cualquier otra actividad a celebrar en el campo. Importantes eran los cursos para el uso de los insecticidas y venenos que se usan en las curas, algunas de ellas las venían usando estos agricultores desde hacía veinte, treinta o cuarenta años, pero había que pasar por las clases, era la obligación de los políticos, empujados por los sindicatos. Aquellos cursos de hace algunos años parecen olvidados, o los sindicatos han encontrado otros ingresos, o los de la agenda han conseguido el abandono de los campos, que parece ser es lo que se persigue. Por si les interesa a los sindicalistas, tengo unos familiares que han llegado a la agricultura con los cincuenta cumplidos, y no les vendría mal un cursillo para aprender a cavar la tierra, hacer caballones y plantar las habas, las de esta primavera, no estaban muy allá.

Como esto de los cursos es muy necesario, hemos conocido en estos días que el obispado de Almería va a seguir el ejemplo de los sindicatos, y se va a echar en manos de los cursos. Que quiere ser hermano mayor de su cofradía de Semana Santa, a pasar por un curso. Que quiere ser miembro de la junta de su cofradía, el curso le está esperando. No me han llegado noticias de que para ser costalero haya que pasar por un curso, y deberían.

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