Cuerpo ahora es casi un amor

Me puse a ver los Goya, pero tras la entrega de la primera estatuilla (¡qué falta de respeto llamarla cabezón!) al mejor actor de reparto y la incontinencia verbal de éste al gritar su amor a todo el mundo durante más de tres minutos, los cancelé. Como los organizadores no se pongan serios (nada de musiquitas que casi nadie parece oír) y llamen a los de seguridad para que saquen del escenario a quienes excedan los 30 segundos (“¡Un momento, que me faltan tres cuñados, ocho primas, cinco tías, cuatro…! ¡¡Os quiero!! ¡¡¡Os quiero a todooooos!!!), llegará un año en el que sólo verán las casi cuatro horas de la gala los familiares y amigos de los nominados, aunque a razón de ochocientos veinte por cada uno, la audiencia no será tan mala. Siempre podemos ver después las honrosas excepciones que hay y algún interesante discurso, como el que hizo la productora de ‘La infiltrada’, chapeau, señora. Yolanda, presente en la sala, estaría entusiasmada con tanto derroche de afecto y hasta de pasión, aunque le habría gustado más síntesis. La vice segunda vino a llamar hace poco ‘casi mala persona’ al ministro de Economía, Carlos Cuerpo, por oponerse, según ella (sólo quería estudiarlo mejor) a la reducción de la jornada laboral. Pero al término del penúltimo Consejo de Ministros, esta mujer explicó que esa “diferencia apasionante” la habían resuelto “con mucho amor y con mucha síntesis”, con lo cual el ministro Cuerpo digamos que ahora es un amor, o casi un amor. Aunque para que Puchi apruebe esa reducción, no va a haber síntesis que valga. Bolaños ya dijo que “hubo cariño” (están desatados) entre el Gobierno y Junts para pactar el nuevo ‘ómnibus’, pero ahora habrá que echar muchas más horas de amor para que la Nogueras apruebe la nueva jornada, Yolanda, que esta señora a la que sólo le falta llevar una camiseta con el lema ‘¡Ojo, que muerdo!’, está en un plan aún más duro que la Montero contigo al darte calabazas para que el nuevo salario mínimo no tribute.

Y es que esa otra ‘diferencia apasionante’ aún no se ha resuelto, Yolanda. Hiciste bien el otro día al ocupar en el Congreso el escaño de María Jesús, ausente por gripe (¿por gripe o porque no quería verte?), y sentarte junto a Pedro. Es a él a quien has de cortejar, la otra es una mandada. A ver si San Valentín te ayuda y te lo camelas pronto. Entonces la Alegría no se atreverá a llevarte la contraria en público.