Cuaresma light

Parece ocioso e inútil dar recetas con la amplia oferta de comida preparada que hay en los lineales y hasta en las tiendas de barrio. Eso sí, internet está plagado de portales de cocina y los libros de ese tema se editan por centenares. Así que, en vez de irme de vacaciones de Cuaresma, les voy a sugerir unos dulces de la época que tienen menos calorías que los demás y que son almerienses de pura cepa (por tanto, más difíciles de encontrarlos hechos). Se trata de los papaviejos. Aunque suene raro, tienen la mitad de calorías que otros dulces similares. Comparemos la composición de los papaviejos con la de los roscos fritos o los pestiños, para una cantidad de masa de un peso similar. Papaviejos: 2 patatas gruesas (400 g), 2 huevos, 3 cucharadas de harina y 6-8 cl de leche. Pestiños: 350 g de harina, 10 cl de aceite de oliva y 10 cl de vino blanco. Ninguno de los dos lleva azúcar en la masa. Si consultan cualquier tabla de composición de alimentos verán que ese medio kilo de masa para papaviejos tiene unas 530 Kcl (todas las tablas no son idénticas) y la de los pestiños 1.200. Es cierto que la cosa sube porque ambos dulces hay que freírlos y rebozarlos en azúcar y canela, pero al ser el pestiño bastante más pequeño que el papaviejo también absorbe más aceite frito. En otros dulces similares, como las yemas o los roscos fritos la diferencia puede ser mayor aún.

Esto de sustituir harina (u otros ingredientes) por patata se hacía mucho en tiempos de escasez, como el turrón blando de Olula de Castro, que hubo que hacerlo con patata cocida y poca almendra. Algunos casos tuvieron éxito y se siguen haciendo, como la morcilla patatera de Extremadura, que en realidad no es morcilla porque no lleva sangre; su color es más parecido al del chorizo porque la aliñan con el también extremeño pimentón. Lleva un 50 % de patata cocida, 10 % de magra de cerdo y 40 % de grasa de cerdo. El resultado nutricional es que tiene un 30-35 % menos calorías que las morcillas de verdad. Bendita patata, que tantas hambres ha quitado y seguirá quitando. Aparte de que es la base de la exquisita tortilla, acompaña divinamente los huevos fritos o es la base de la suculenta cuajadera. Entre otros cienes y cienes de usos culinarios. Así que, venga, anímense a hacer unos papaviejos antes de que llegue el Viernes de Dolores.

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