Editorial
Rey, hombre de Estado y sentido común
Ciencias Experimentales
La tecnología CRISPR es una herramienta que permite editar con precisión el genoma de organismos vivos. Descubiertas hace casi dos décadas por un científico español, las secuencias CRISPR son fragmentos de ADN que actúan como sistema inmunológico de algunas bacterias. Este mecanismo también puede emplearse para modificar el ADN de organismos eucariotas, una innovación que ha transformado la ciencia moderna abriendo puertas a numerosas aplicaciones. En la industria biomédica, su capacidad para corregir errores en el genoma se ha explotado para desarrollar nuevas terapias para patologías como la anemia falciforme y la fibrosis quística. Actualmente, existen un gran número de ensayos clínicos en marcha que utilizan CRISPR para tratar enfermedades congénitas, así como ensayos de inmunoterapia contra el cáncer basados en la modificación de células T contra tumores específicos. En la industria agroalimentaria, la tecnología CRISPR ha permitido avances significativos en la mejora de caracteres de interés. Por ejemplo, investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), han desarrollado variedades de trigo carentes de gluten aptas para su consumo por la mayoría de los celíacos. También se ha utilizado esta técnica para desarrollar variedades de tomate tolerantes a sequía, y para mejorar el valor nutricional de los alimentos, como el desarrollo de arroz rico en vitaminas.
A pesar de todos estos beneficios, el uso de esta tecnología en agricultura y medicina está sujeto a regulaciones estrictas en Europa, donde hasta la fecha, los productos obtenidos con CRISPR estaban sometidos a la misma normativa que los transgénicos, por lo que debían pasar por rigurosos procesos de evaluación antes de su aprobación. Recientemente, la EFSA ha adoptado un marco regulatorio más flexible que considera a las plantas portadoras de ediciones genéticas simples producidas mediante CRISPR como equivalentes a los productos de mejora genética convencional, favoreciendo así su futura implantación. Por todo ello, la tecnología CRISPR representa un avance sin precedentes con aplicaciones que abarcan desde la cura de enfermedades hasta la mejora de cultivos. Aunque la legislación vigente plantea desafíos, su potencial para transformar la agricultura y la medicina sigue siendo una promesa emocionante para el futuro de la humanidad.
También te puede interesar