
Vía Augusta
Alberto Grimaldi
Desafuero
Cuando surge un aprovechado de las altas esferas o son varios, omito dar nombres por la angustia y náuseas que da nombrarlos, digo nombrarlos por que hay algo más de una docena de delincuentes de guante blanco, se toca a rebato algunos meses, como si un diablo hubiera aterrizado en un país angelical. La permisividad generalizada durante décadas crea a los corruptos. Se alardea de listeza por comerciar en negro y evadir impuestos. Somos campeones en economía sumergida y nos invaden de forma descontrolada pisos de uso turístico. Hay más clandestinos que legalizados. Eso y más es corrupción. Sin más protestamos por no tener médicos suficientes, policías, trenes o más vuelos nacionales e internacionales. Da que pensar que nuestros héroes literarios sean Lazarillo, Celestina o Pascual Duarte y al único que deshacía entuertos lo tomaran por loco. Hay muchos culpables en esta situación, no solamente los que acaparan los titulares de prensa o inicios del sumario de cualquiera de los telediarios.
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