El conflicto interminable

Si retrocedemos hasta 1947, en una resolución de Naciones Unidas se le concedió a Israel el derecho a existir y a pesar de ser el primer estado moderno creado de esta manera no ha dejado de vulnerar y tergiversar todos los acuerdos de carácter internacional otorgados por la O.N.U, que en un primer plano apoyo esta iniciativa; sin embargo Israel, no ceso en sus políticas de atosigamiento y discordia, llevando al pueblo Palestino a la marginación y al horror de crímenes de guerra de lesa majestad, donde se persiguió la idea de considerar el territorio como motu “proprio”, ante una tergiversación conflictiva, anulando cierto derecho del pueblo filisteo que reivindicaba la independencia. Ante este panorama el Reino Unido intento dar una solución al conflicto, acudiendo a Naciones Unidas emitiendo la resolución 181-II, que dividía el territorio en dos estados (árabe y judío), otorgando a este último el 54% de dicho espacio más la ciudad árabe de Jerusalén que quedaría para ambas parte asignándole un “estatus separatum” bajo régimen internacional; pero las circunstancias cambiarían cuando Israel gano la guerra de la independencia y paso a ocupar el 77% del espacio recorrido, incluido el oeste de Jerusalén; tres cuartos de lo mismo paso con la franja de Gaza, Cisjordania, Sinaí y el Golán, incluido Jerusalén este. Con estas circunstancias históricas podríamos decir que hace más de un siglo apenas contábamos con judíos en palestina, mientras que en la actualidad son más de cinco millones, frente a unos tres millones de árabes que deambulan por el mundo como apátridas de diversas nacionalidades; por lo tanto, han sido los árabes y en consecuencia los palestinos quienes se defienden de una invasión múltiple de despropósitos, de demolición y humillaciones, frente a Israel que no solo ha volcado toda su hegemonía en la usurpación del territorial; en la actualidad han llevado a cabo más de veinte ataques en Gaza con fosforo blanco, creando más del 70% de victimas entre mujeres y niños, mas actual aun son los disturbios de los Países, donde hinchas de futbol israelíes y manifestantes pro-palestinos causan cinco heridos y sesenta y dos detenidos; y en esa misma línea es obligado advertir también a Palestina que apostar por el hecho terrorista nos es bueno para su causa. Concluyo, diciendo que no se puede confundir a las victimas con los verdugos, por lo que alguien dará cuentas de estos crímenes de guerra ante la corte penal del tribunal de La Haya.