
Antonio Lao
La agricultura de Almería y los aranceles
Paseo Abajo
Yno me refiero a la presencia de la lluvia, que de vez en cuando aparece en esta semana de pasión y fervor, y con ellas las lágrimas de los cofrades, que, tras un año de trabajo, de ilusión y de fe, no pueden salir a las calles a dar testimonio de algo que vive dentro de ellos y que un día al año se vuelca en esas procesiones que recorren las calles de ciudades y pueblos de nuestra provincia. Este año 2025, la Semana Santa de nuestra provincia ha tenido dos casos atípicos, no presenciados en los últimos años. El primero fue recogido por algún medio, protagonizado por el obispo de la diócesis, don Antonio Gómez. Ha sido el primer año en el que señor obispo no estuvo en el pregón oficial de la Semana Santa de la capital. El hombre tenía una misa en una parroquia de la provincia y mandó a un propio. Caso atípico, estarán con uno, el protagonizado por el señor obispo.
El segundo caso se produjo en un pequeño pueblo del Andarax, tuvo también como escenario al pregón de esta Semana Santa, aunque aquí no era la ausencia del obispo, tampoco la presencia, no estuvo, el protagonista fue la persona que se subió al altar de la iglesia de Terque, de ese pueblo hablamos, para ofrecer el pregón de la Semana Santa del 2025.
Alguien podría decir que un viejo movimiento dentro del socialismo se ha asomado de nuevo al panorama político español, y que ha tenido en Almería su presentación: cristianos por el socialismo. Movimiento político que en la década de los setenta tuvo su importancia dentro de España. Es la primera vez, he buscado información, y no he encontrado en estos últimos cuarenta años, el que un hombre de la dirección del Psoe provincial, más concretamente el número dos del partido, el secretario de organización, haya sido pregonero de una Semana Santa en Almería. Ocurría el sábado de Pasión, cuando José Domingo Nicolás, desde el altar mayor de la iglesia de su pueblo se dirigía a los vecinos de Terque hablando de la Semana que iban a vivir los vecinos.
Cuando termine le semana seguro que habrá otras historias que contar, pero para comenzar no está mal. Un obispo, católico se le supone, no acude al pregón de la ciudad que lo acoge, un máximo dirigente socialista, católico se le supone, se convierte en el primer pregonero conocido de la Semana Santa en Almería. En los tiempos revueltos que se dan entre la política que rige en España y la iglesia, estos casos vividos en esta SS, no me digan que no llaman la atención. Almería es diferente.
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