El centro para hombres

En estos días se habla de la creación, supongo que necesaria, como lo fueron en su día los centros de mujeres, de un centro para víctimas masculinas por violencia sexual. Hay quien puede pensar que se trata de un chiringuito más creado por los políticos, y al salir de la mano de la derecha en el poder, Ayuso y su gobierno en Madrid, habrá comentarios para todos los gustos. Si nos atenemos a los datos dados a conocer, no parece descabellado el que se intente, como se hizo en su momento, ayudar a un colectivo que tiene problemas de convivencia con sus parejas, y en este caso se anuncia que es el de los hombres. Parece que es incomprensible que no protejamos de la violencia a un hombre, por la sola circunstancia de ser eso, un hombre.

Es el primer centro en desarrollarse en la capital del reino, pero es de imaginar que otros gobiernos autónomos se unirán a la iniciativa de Madrid, y que, en un futuro más bien cercano, y a la búsqueda del voto de esa víctima sexual que se produce en el sector masculino, los políticos son así, serán como setas los centros que se vayan creando a lo largo de las comunidades, o reinos de taifas en los que estamos convirtiendo a nuestro país por la gracia y los intereses, casi siempre algo bastardos de los políticos.

¿Quién se opone a un centro de estas características? ¿Qué argumentos se pueden plantear en contra de que se defienda a los hombres que se sientan y sean víctimas por parte de sus compañeras o compañeros? Habrá políticos, en femenino y masculino, que les darán todas las vueltas necesarias y se estrujaran las meninges, especialmente la cuarta, buscando ese líquido sucio que la divide, para decir que este centro es una lucha contra el movimiento feminista, que es una apuesta más de la señora Ayuso, empeñada en acabar con el empoderamiento y la libertad de la mujer. No estoy en la mente de la presidenta madrileña, no sé lo que piensa en esta cuestión, pero si existen víctimas sexuales masculinas, y en Madrid dicen que las hay, no seré yo el que se pronuncie en contra de este centro. Es más, pediría que se tomara en serio en la andaluza.

Se ha reconocido, aplaudido y recompensada la gran labor llevada a cabo por los centros dedicados a la mujer maltratada, con la diferencia numérica que se produce entre los dos sexos, creo que la víctima hombre se merece también que la sociedad se preocupe de ellos. Serán menos, pero, aunque solo uno se encuentre en esa situación, sería injusto dejarlo sin el apoyo que la sociedad ofrece a otros colectivos.