Pues yo lo veo así
Esteban Requena Manzano
Tergiversaciones agrevivas
Año 1.524, cuatro de octubre, es una fecha para la historia en Almería. Ese día se ponía la primera piedra de lo que hoy es la Catedral. El viernes que viene, por tanto, se cumplen 500 años de un acto que cambió para siempre la concepción que hasta entonces se tenía de la ciudad. Un golpe en la mesa de un visionario, para dar paso de una ciudad que acababa de ser reconquistada a un tiempo de modernidad, de desarrollo, de búsqueda de prosperidad y de identidad, en una España que daba sus primeros pasos como concepto de nación. La conmemoración no es insustancial. Al contrario. Tiene y conlleva un profundo significado del que desde Diario de Almería, uno de los diez periódicos que el Grupo Joly tiene repartidos por la geografía andaluza, nos hemos hecho eco a lo largo de este tiempo. Con la humildad que nos caracteriza, pero con la convicción que nos da liderar la comunicación y la información en esta tierra desde hace casi dos décadas y algo más de siglo y medio en toda la comunidad, hemos querido contribuir a poner en valor tan egregia efeméride para una ciudad y una provincia que crece y se desarrolla en la misma medida que la innovación y la historia se fusionan para avanzar en el camino de la modernidad, pero con el ancla de la tradición como asidero del que partir hacia un mundo globalizado, en el que estamos inmersos desde hace décadas, y en el que nos movemos con prudencia, pero sabedores de nuestras capacidades. Las mismas que los líderes de entonces, capitaneados por el obispo Fray Diego de Villalán supieron ver para no ceñirse a los perímetros que en tiempos medievales ocupaba la antigua Mezquita Mayor, seriamente dañada por el terremoto. Gran visionario, y consciente de la necesidad de partir hacia lo desconocido con la fuerza de la razón, las fuertes creencias religiosas y convencido de un futuro mejor, esta tierra que hoy se sumerge en las mismas necesidades, en las mismas dificultades, pero con la convicción de que el futuro nos depara sorpresas agradables, nos aprestamos a vivir la celebración del 500 aniversario de la Catedral-Fortaleza, henchidos de esperanza, positividad y cierto miedo a lo desconocido, pero asentados y asidos a las piedras que entonces irradiaban ilusión y que hoy son el símbolo por excelencia de esta ciudad.
Con ese compromiso Diario de Almería celebra el viernes en el Claustro de la Catedral un concierto conmemorativo, para cerrar un año de eventos que debe ser motivo de gozo, de alegría, de compromiso y confianza en el futuro. Ese camino ni queremos ni hemos pretendido hacerlo solos. Hemos buscado y encontrado la complicidad y el compromiso de todos los almerienses, lectores o no de Diario de Almería, para dejar lacrada y sellada una efeméride que dentro de otros cinco siglos se recordará como un punto de inflexión y testigo de la vida en esta tierra.
También te puede interesar
Lo último