Casa consistorial

La inauguración hace unos días de las Casas Consistoriales, tras unas obras de rehabilitación que han supuesto la inversión de más de nueve millones de euros, supone el fin de un agravio que ha soportado durante más de veinte años nuestra ciudad, castigada también en este proyecto por los sucesivos gobiernos socialistas al frente de la Junta de Andalucía.

Terminar esta rehabilitación aporta valor patrimonial y arquitectónico a nuestra ciudad y devolver la actividad municipal a esta zona tendrá, sin duda, un poderoso efecto dinamizador que favorecerá la recuperación turística, comercial, cultural y residencial de todo el centro, ayudado, ahora sí, por la decidida y leal colaboración de la Junta y su presidente, Juanma Moreno, en la reactivación del Casco Histórico y sobre el eje que forman La Alcazaba, La Hoya, el Cerro de San Cristóbal y ahora también, por fin, la Plaza Vieja.

Este histórico edificio, que ha pasado por múltiples reformas y ampliaciones desde que se convirtiese en sede del Concejo Municipal en 1656 se ha convertido ahora en un moderno espacio preparado para los retos y las exigencias del futuro, sin obviar la historia que encierran sus muros y que ahora puede ser redescubierta por todos los almerienses a través de las visitas guiadas que han comenzado y que, desde aquí, invito a que participen en ellas.

Visitas que descubrirán a sus ojos el recuperado Archivo Municipal, el Vitor sobre la antigua fachada de la Casa Central, los retablos de los patrones de Almería –La Virgen del Mar y San Indalecio -, la figura del sagrado Corazón del escultor Nicolás Prados, la imponente escalera de mármol con balaustrada de piedra caliza de la Casa Central o la escalera interior de Casa Lledó, sin obviar los relieves de escayola sobre las puertas del antiguo Salón de Plenos o la solería de baldosa hidráulica. Un activo patrimonial que los almerienses vamos a disfrutar en su totalidad culminada también la urbanización de la Plaza Vieja, cuyas obras se iniciarán en septiembre.

Valga para las Casas Consistoriales el dicho aquel de que ‘bien está lo que bien acaba’, todo un ejemplo de que cuando las cosas se hacen con rigor, seriedad y colaboración al final salen...a pesar del Psoe.