El Pingurucho
Adriana Valverde
Vivienda. Ya
Comunicación (Im)pertinente
Jospeh Goebbels fue una inteligencia malsana, pero aguda, motivo por el que resultaba todavía más nefando. No solo ejerció como ministro de Propaganda del III Reich, sino que acometió iniciativas más que visionarias en su tiempo. Entre otras cosas, estaba firmemente persuadido de que la comunicación de masas era un vehículo privilegiado mediante el que manipular (y conducir) la conciencia colectiva de los pueblos.El tiempo no solo ha confirmado ese planteamiento del siniestro ministro de Hitler, sino que incluso ha llegado a rebasarlo con creces. Los medios actuales parecen retroalimentarse, construir la realidad más que de contarla, pero también de regularse internamente, sobre todo gracias a la expansión de las redes. Es complicado saber qué ha sucedido con exactitud en la terrible DANA que ha asolado Valencia. Una parte sustancial de los medios decidió tratarla como un reality show, además de atribuirle un estatus sobrecogedor: la mayor desgracias climatológica sufrida por el país. Sobre esa base se han ido agregando relatos complementarios: las cifras ingentes de muertos previsibles, los episodios desesperados o la lentitud en las actuaciones. Las filas de los profesionales se han visto reforzadas por comunicadores ocasionales, a través de las redes, pero también por figuras de prestigio, por referentes sociales como Antonio Banderas que, al parecer, es un experto en gestión de zapadores. Por supuesto, ese relata no tiene por qué estar conforme con la realidad medianamente objetiva, entre otros motivos porque tampoco existe el propósito último de que sea así. Quizá el episodio más sintomático al respecto sucedió en Telecinco, cuando Ángeles Blanco denunció el uso fraudulento de un vídeo con inundaciones antiguas de Zaragoza, sin saber que había sido programado por su compañera Ana Rosa Quintana en otro espacio de la misma cadena. Sin embargo, no hemos incurrido en el apocalipsis comunicativo gracias a que otros canales han ido confrontando y corrigiendo el relato predominante. Así, nos han recordado que esta DANA, aun siendo indudablemente dramática, no ha llegado a la devastación que vivió el Vallés Occidental en 1962. Un trabajador del famoso parquin de Bonaire ha desmentido el bulo que lo habían convertido en una enorme fosa colectiva. La AEMET ha dado explicaciones más que convincentes acerca su metodología para realizar predicciones. O, en fin, incluso hemos visto a uno de los protagonistas de Paiporta con una camiseta conmemorativa de la División Azul, ya saben, los soldados que Franco envió a Alemania para combatir junto a los nazis. Lo habitual es censurar a las redes por su frivolidad, por su inmediatez desbocada e imperita, por su trasiego de informaciones no contrastadas. Como siempre en lo tocante a tecnología, las redes cuentan con serias servidumbres, pero también con contrapartidas a veces insospechadas.
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