Pues yo lo veo así
Esteban Requena Manzano
Tergiversaciones agrevivas
Alto y claro
En la batalla política que ha provocado la revisión por parte del Tribunal Constitucional de las condenas del caso de los ERE, se está disparando con material de grueso calibre. Por los dos bandos. No es para menos. El de los ERE es el asunto que mejor ejemplifica en la historia reciente de España cómo un proceso judicial termina incrustándose en la vida política hasta condicionarla por completo. ¿Sin los ERE no se hubiera producido la alternancia política en Andalucía? Estoy convencido de que sí, de que el cambio habría llegado. El desgaste de materiales de la gestión socialista era apoteósico, pero quizás los tiempos y las circunstancias habrían sido otras.
Para despejar un poco el humo de propaganda que las declaraciones de unos y otros han extendido durante los últimos días convendría dejar algunas cosas claras, porque se está jugando a la confusión. Se pueden plantear, al menos, un par de preguntas al respecto. La primera: ¿fue el caso de los ERE una cacería política? No fue solo eso, pero algo de cacería tuvo. El fraude masivo tuvo su centro en la Consejería de Empleo y en sus gestores. Extenderlo al conjunto de la Junta, hasta llegar a tocar a dos presidentes y varios consejeros, fue una estrategia en la que tuvo mucho que ver el modelo de instrucción que hizo la juez Mercedes Alaya y que estuvo secundada en todo momento por la Fiscalía. Pero que estuvo inspirada y animada por la acusación particular que ejercía el PP, sin la que nada de lo que ocurrió en este caso puede explicarse.
La segunda pregunta que sería pertinente responder sería esta: ¿tuvo algo que ver Juanma Moreno en la supuesta cacería política o en la génesis y desarrollo del asunto? Absolutamente nada. Juanma Moreno cuando las irregularidades salen a la luz no está todavía en la política andaluza, ni se le espera. Al margen de las maniobras de diseño que todavía permanecen ocultas, son Juan Ignacio Zoido y Javier Arenas, con la siempre fiel colaboración de Antonio Sanz, los que están en el origen y el desarrollo del caso y los que están atentos a todos los detalles, desde el reparto de la denuncia en los juzgados de instrucción de Sevilla hasta la estrategia procesal que llevará a Chaves y Griñán. Moreno, cuando fue desembarcado en Andalucía se encontró todo ya en marcha y su participación se limitó a machacar el argumentario de su partido del robo del dinero de los parados, del mayor caso de corrupción de España y otros eslóganes tan rimbombantes como poco consistentes.
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