Aurelio Romero

Su cabreo lo sufrimos todos

La Nogueras lo dijo bien clarito en el Congreso: “Muevan el culo y hagan el trabajo que tienen que hacer en Cataluña”.

Y Pedro, con lo modoso que se pone cuando esta mujer tan agradable se dirige a él, parece dispuesto a cumplir todo lo acordado con esta gente, incluso lo que aún ignoramos, saltándose las líneas rojas que haya que saltarse. Ese mover el culo continuamente al ritmo que marca Junts tiene desquiciados a nuestros ministros y ministras, y su cabreo lo sufrimos todos.

María Jesús, por ejemplo, está que no se aguanta ni ella. ¡Qué manera de gritar, de arengar! ¿Qué va a dejar para el último día de campaña de las andaluzas? Está cabreada porque Pedro la ha obligado a presentarse y ha de explicar lo inexplicable: que Cataluña recaude y administre sus impuestos.

Y a lo mejor cree que, chillando sin parar, si alguien se lo pregunta, no lo escuchará, y si lo escucha, contestará otra cosa.

Otro que está rebotado es Albares, que cada dos por tres tiene que ir a Bruselas a pedir que el catalán sea oficial en la UE. “¡Cielos, otra vez aquí este plasta!”. Está que echa humo y, además de cesar a unos cuantos embajadores (a uno porque se durmió un poquito mientras él pronunciaba un discurso, o sea, lo normal), el otro día se sumó al séquito de los que acompañaron a Óscar López en la clausura del Congreso Socialista madrileño, donde Sánchez, Illa y Bolaños, entre otros, hicieron todo lo posible para que Ayuso tenga más seguidores de los que ya tiene: que esta mujer acabe como candidata a la presidencia del Gobierno, algo inconcebible e inaudito no hace mucho, se lo deberemos a ellos. Sánchez está empeñado en convertirla en su enemiga (antes adversaria) y ella, encantada, está de acuerdo; Illa dice unas cuantas tonterías (en un tono moderado, eso sí, y se agradece) sobre lo bien que le vendrá a España la financiación singular de Cataluña, y Bolaños está desatado (¡qué decepción la de este hombre!) y llama “digitaluchos” a los medios que defienden a Ayuso, sin mirar a los de su propia trinchera.

¿Y Óscar López? Bueno, éste mueve el culo al ritmo que le marcan las aseguradoras de Muface, que para el caso es lo mismo. Y esto no es nada: cuando los progresistas de Junts dialoguen con los más progresistas de Aliança Catalana, como ha sugerido Artur Mas, nos vamos a enterar.

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