Los bulos

No podría poner la mano en el fuego a que a lo largo de los años que llevo escribiendo no haya colado algún bulo. Lo que si podría asegurar es que si ha ocurrido ha sido sin la intención por mi parte. Me pudieron contar una historia, no la comprobé en exceso, me pareció lógica, la creí y la lancé al ruedo de la fortuna. Y el que la pille para él.

A lo largo de los cuarenta años de frágil democracia que vivimos, y ahora es cuando nos damos cuenta de ello, cuando se habla de bulos en el congreso de los culos sentados por parte de los que los inventaron y actualizado ante los problemas que tienen por los tribunales de justicia, los partidos lo han usado como un arma arrojadiza contra el contrario, dentro y fuera de las campañas, no creo que nos estemos inventado nada que ustedes no sepan.

El presidente del gobierno, preocupado presidente por esa mujer vestida de negro que entra en el juzgado y de nombre Begoña, que hace una días se negaba a declarar ante el juez, nos decía horas antes: que los bulos hacen que los ciudadanos teman que les ocupen la casa. Venía a decirnos que la okupación no existe en nuestro país. Que las cientos de vivienda que se venden en estos días con okupas dentro es un bulo, que fue un bulo cuando tuve que tapiar la puerta de mi casa en Almería, porque los okupas habían cambiado la cerradura y estaban trabajando en un intento de montar un jardín de maría.

Que fue un bulo cuando la policía nacional, no la local, no es su responsabilidad, según su jefa, la alcaldesa María del Mar Vázquez, me indicó que rompiera la llave dentro de la cerradura y que llamara a un cerrajero. En estos día en el país hay cientos de familias con sus viviendas okupadas, viviendas de las que encima tienen que pagar luz y agua, basuras e ibi, y dice el campanudo del presidente que tenemos que lo de la okupación es un bulo, y que lo que hace la oposición con ese bulo es para meter miedo a los ciudadanos.

Valiente bulo que está hecho él. Valiente pedazo de trozo de no sé qué en que se ha convertido este señor que levanta un ejército de policías entorno a una mujer de negro para que encima se niegue, tiene ese derecho, nadie lo pone en duda, a declarar ante el juez, pero ni uno en defensa de los propietarios a los que les han ocupado su vivienda. Si los bulos tuvieran patas y llevaran pantalones, busquen al que hay en Moncloa.