Luces y Razones
Antonio Montero Alcaide
Navidad
Forma parte de la letra de una canción que le escuchaba hace unos días a Cesar Maldonado, en el Port of Spain, en Las noches de Tote. No la recuerdo con exactitud, pero venía a decir más o menos: “que en el escenario del Zaguán se encuentra la verdad, y los buitres gobiernan fuera”. La imagen de Cesar, solo con su guitarra y su voz, me trasladó a un tiempo que creía olvidado. Veo que no es así. Los tiempos de “Al vent”, de “La estaca”, de la negra figura de Paco Ibáñez, de Manuel Gerena y de tantos otros que en los años setenta ponían voz y letra a la necesaria libertad que pedía la juventud de entonces. La última vez que fui a escuchar a Paco Ibáñez fue hace solo unos años. Cantaba en Vera, y con Nicasio y familia fuimos a despedir al ídolo de un tiempo y de una juventud. Vivíamos en democracia, y los cantautores protestones, aquellos que se escondían hacía años en zaguanes y otras cuevas creíamos que habían dejado de existir. Cesar Maldonado me enfrentaba a la realidad. Hemos sido nosotros los que nos hemos dormido en los laureles, creíamos que ya no hacían falta las voces, las guitarras, los cantautores y los zaguanes, pero ahí siguen estando ellos, haciendo lo mismo que otros, hace cuarenta o cincuenta años, llevando su voz y ansias de vivir en paz y en libertad.
“Los buitres gobiernan fuera”, nos dice Cesar. Y buena parte de la verdad de nuestra juventud está sobre el escenario de “Zaguán”. La verdad de unos políticos “buitres los llama” que no gobiernan de cara a la sociedad, que no se vienen preocupando de la juventud, que solo están mirando sus intereses y los más cercanos: familias, compañeros de partido, amigos. Hace cincuenta años había que luchar para lograr que se oyera el grito de Gerena, pero existían empresas que grababan sus canciones, emisoras que las emitían, periódicos que las recogían y grandes festivales donde se gritaban.
No estamos hoy mejor, se mire por donde se mire. No hay casas discográficas que graben a estos jóvenes, emisoras donde los podamos escuchar, periódicos que nos hablen de su letras, músicas, carreras y festivales donde se pueda cantar y gritar junto a ellos contra esos buitres que gobiernan el país, la ciudad. Vuelven a vivir sueños y canciones en pequeños escenarios de zaguanes, ante unos jóvenes que sienten el fracaso de la sociedad en su entorno. Parece que fue ayer, la historia nos enseña de nuevo una cara conocida y vivida por nosotros hace cincuenta años, y la juventud retorna a usar la voz y la música para plantar cara a una situación que está viviendo en sus carnes. Cesar Calderón nos cantaba en las noches con Tote, con otras palabras, si ustedes quieren, unos viejos problemas que creíamos olvidados en el tiempo, y no es así: Los buitres siguen gobernando ahí fuera.
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