¡Está muy bueno!

Ya solo falta que alguna diputada del partido sanchista le diga aquello de: ¡Pedro, quiero un hijo tuyo! Se lo decían a Felipe en los ochenta, ¿recuerdan? Pues es lo único que necesita el guapo de la Moncloa. Habla un diputado sanchista, y a la hora de criticar a la oposición, solo se le ocurre salir con semejante frase: “Lo que ocurre es que ustedes tienen envida por lo bueno que está Pedro Sánchez”.

No se trata de la inteligencia, del buen hacer político, de la sabiduría a la hora de enfrentarse a los problemas, de la paciencia con los medios que le critican, de la sonrisa que les dedica a los ciudadanos cuando pasea por las calles de cualquier ciudad, de la defensa que hace de la verdad en política, de que es un hombre que nunca miente, que no se le ha podido coger en un bulo, un cambio de opinión o una mentira, un hombre que sabe negociar ante sus intereses con cualquier persona, delincuente o no, que le mantenga en el poder, que se vende al que le de los votos necesarios para seguir controlando al país.

No, para la defensa del secretario general de su partido, a un diputado solo se le ocurre decir que Pedro Sánchez está “muy bueno”, y que la oposición le tiene envidia por eso, solo por eso: por estar “muy bueno”. Tienen bemoles estas ovejas. Puede hundir el país, sacar de la cárcel a los delincuentes catalanes, pactar con los racistas del Pnv, pero lo único importante es que está “muy bueno”.

Los enamorados. Empiezo a entender a los militantes de Pedro Sánchez. Tengo una amiga del Psoe, a la que no se le puede hacer una crítica a Pedro, su Pedro como ella lo llama, y del que dice estar enamorada. Supongo que no está enamorada por sus negociaciones con los socios que le acompañan en el gobierno, y que no debe estar muy contenta con el cupo catalán, pero como a ella lo único que le interesa, al igual que al diputado mencionado, es lo bueno que está.

Qué importa para ellos que quiera llevar la censura a los medios, que se rebajen las penas a violadores o que a los asesinos de Eta se les vea salir de la cárcel y pasear por las calles tras ser homenajeados, si el que lo hace, Pedro Sánchez, está “muy bueno”. Y como está, eso, puede hacer lo que le de la gana, tendremos un sátrapa en el gobierno, un autócrata, casi un dictador, pero como es guapo, como está “muy bueno” el caballero, para comérselo, hay que permitirle que haga en España lo que quiera.