Inocencio Arias

Los borregos socialistas balan de mentirijilla

Es mucho mejor gobernar con unos demócratas como los de Sumar, que avalan el pucherazo de Maduro o con Otegui, que es un personaje puro y pacifista

02 de agosto 2024 - 03:08

Sánchez golpea de nuevo. Más dolorosamente que en otras ocasiones aunque él y su corifeos repitan el mismo modo de actuación. Durante meses se rasgan las vestiduras ante lo que califican de infundios o bulos de la derecha fascista o de la prensa vendida a la derecha. Después cometen la tropelía que habían jurado que nunca harían, indultos, modificación ad personam del Código penal, amnistía y ahora ruptura de la caja única fiscal , una afrenta a la solidaridad entre las diversas comunidades españolas. En resumen, Sánchez, el líder de un partido que se jactaba de solidario y de vertebrar a España, hace más ricos a unos españoles, los catalanes, en detrimento de los del resto de España. Que Sánchez es capaz de esto, de comprar a cualquier precio lesivo para España los votos necesarios para mantenerse en el poder es obvio para el que quiera verlo. Habrá más concesiones desgarradoras, ahora tendrá que comprar a Puigdemont, y dentro, calculo, de un año y medio les dará un referéndum con otro nombre. Y se queda tan pancho. Algo fácil para alguien que carece de cualquier escrúpulo. Pero no escribo estas líneas para mostrar que nos preside un tahur altanero y fullero. Lo que quiero subrayar es que también sus abundantes seguidores se quedan igualmente tan panchos ante cualquier tropelía que hace poco les horrorizaba. Militantes y votantes socialistas que anteayer se indignaban cuando indicabas que Sánchez era capaz de indultar a golpistas, lo que contrastaba con lo que había hecho Calvo Sotelo con los del 23 F, lo aceptan con total pasividad. El universo socialista de cualquier clase y región, se ha convertido en un rebaño pastueño, adormilado que engulle cualquier atropello o injusticia. No cuestiona la amnistía, no se hace preguntas sobre por qué se tergiversa la malversación de dinero público, no encuentra extraño que la mujer del presidente convoque a empresarios a Moncloa, se apropie de material de la Complutense o tenga el desparpajo de firmar cartas de recomendación de empresas que luego la subvencionan. Que el hermano de Sánchez sea empleado de forma curiosa por la Diputación de Badajoz que argumenta, ¡ que sarcasmo¡, que es uno de los músicos “más brillantes de Europa” no levanta ninguna ceja. La base socialista calla y otorga ante situaciones que les harían bramar si las realizara un partido de derechas. Abundarían los escarches, las manifestaciones y se repetiría, con un par, que la corrupción está en el ADN del Partido popular. Lo que hace Sánchez, sin embargo , el jefe del partido de los Eres, son minucias buenas para la convivencia, cosas insignificantes inventadas por la derecha. “No hay tema “ dice la inefable ministra Alegría sobre el peregrino proceder de Begoña Gómez.

Si la base calla, los dirigentes, de su lado, lanzan débiles balidos. Mugen un poquito pero de mentirijillas. La cesión de impuestos a Cataluña, hecho insolidario donde los haya y que va a empobrecer los servicios públicos de Valencia, Aragón, Canarias, Extremadura o Andalucía, resulta inadmisible para algún mandamás socialista, preocupa a algún otro . Pero todo suena a postureo. A coartada para poder decir “yo protesté, pero…” La realidad es que el Comité Federal ha aprobado, con una unanimidad propia de la Rusia de Putin, el preacuerdo Gobierno-ERC en el que se cede a todas las exigencias de los separatistas. Resulta enternecedor que Espadas, dirigente del Psoe en mi tierra, diga beatíficamente que hay que estar atento pero que el piensa que el interés general será preservado. Bendita memez, visto lo visto, o bendita ingenuidad. Se concede a Cataluña una inmensa prebenda que no se va a dar Andalucía, con más habitantes y más necesidades y el dirigente andaluz se muestra beatíficamente razonable ante el atropello. La actitud pasiva, bochornosamente borreguil de los cargos socialistas choca e indigna pero es comprensible. Perder el pesebre en una España acomodada debe suscitar las quejas de cónyuges y allegados y el sociata, alcalde, diputado, sindicalista, presidente de diputación, concejal, enchufado en un chiringuito asiente servilmente. Pero los del pesebre aún siendo miles no son la mayoría. El rebaño sociata, y, sobre todo, ciertos dirigentes desahogados, Zapatero, Solana, Fernández de la Vega, Bono, de la Cuadra… tienen unos emolumentos o una pensión intocables. Pero a ellos, como al rebaño subyugado les obsesiona algo evidente: TODO es asumible con tal de que no gobierne la derecha. Todo, incluso hacer grietas irreversibles en el edificio de España. “ Imagínate , musita un sociata rumiante a otro, “que viene Feijóo apoyado por Vox. Es mucho mejor gobernar con unos demócratas como los de Sumar, que avalan el pucherazo de Maduro, con Otegui, que es un personaje puro y pacifista o con Junqueras que sólo va a pedir el referéndum dentro de un año. No vas a comparar unos socios con otros. La derecha siempre es cerril, corrupta, insolidaria. Sánchez es todo menos eso”. Y siguen balando.

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