Bienvenido al extremismo

Ahora sí ,y con Trump en la Casa Blanca, podemos decir que el mundo y la política viven totalmente polarizados. Una situación que puede convertirse en peligrosa. Ya no existe aquel centro político, bueno, no existe ni en la opinión de los propios ciudadanos. Aquí, en nuestro país,funciona así: “o bien eres sanchista o bien eres facha”. EE. UU. , como siempre en la historia, será el ejemplo de todos los forofos de derechas y mandatarios. Harán un populismo atroz, diciendo barbaridades que en otras épocas habrían generado guerras. Por el lado contrario, tenemos en Venezuela al que aquí siguen poco a poco. Sánchez va a por todas y ya mete mano en las empresas como Telefónica. Manejar completamente todo aunque en el Congreso no tenga ningún apoyo es su objetivo. Con todos estos ejemplos, si alguien opina todo lo contrario o lo matiza eres del bando contrario. Esto ha llegado incluso, y por desgracia, a la prensa. Es triste ver que en el mundo del periodismo también ya se compita para ver de qué lado estás. El ejemplo más reciente es el del Fiscal general del Estado. Aquí hemos visto cómo la maquinaria se ha activado más que nunca, donde los compañeros de prensa se pelean y convierten los titulares en extremos, según les convengan. Siempre han existido medios con su línea ideológica, a lo que me refiero es que los “compis” periodistas se pelean y entran al trapo como en el 36. Gracias a las circunstancias y las cabezas de la mayoría de los ciudadanos aquellas épocas han quedado muy atrás, aunque la clase política está empeñada en dividirnos y pelearnos. Nunca hemos visto en democracia ataques a la prensa , o lo más inverosímil, poner en duda la palabra de juez y decir :”todo sabemos de qué pie cojea este magistrado”. En el mundo de la derecha vemos a un Vox desinflado con un PP a destiempo, de ahí que el presidente esté conquistando todas las federaciones socialistas para tener todo asegurado en un futuro. Como les decía, la oposición también ha participado en este extremismo de intentar enfrentar a los españoles. Es una calamidad que no recordemos cómo nuestros abuelos nos contaban aquello de rojos y azules y no vayamos en busca de una sociedad que tenga coherencia y trabaje para que todos vivamos mejor.