Bicentenario bifronte

31 de agosto 2024 - 03:07

El sábado 24 el Pingurucho lució flores en dos caras opuestas: a levante, las que depositaron el día anterior asociaciones liberales de media España y, a poniente, las que colocaron las autoridades en el acto oficial tras la oratoria de Jesús Vigorra. Es una lástima que no se hicieran ambos actos conjuntos. La causa fue que la recreación histórica se hizo el día anterior por coincidencia con la ofrenda floral a la Virgen del Mar. La Asociación Bicentenario de Los Coloraos pretendió participar también en el homenaje oficial del día 24, ya que se llama “acto cívico”. Pero los últimos consistorios nunca han querido que la Asociación participara en ese acto. Además, sin que haya explicación oficial, se han suprimido este año los himnos liberales –La Marsellesa y el de Riego- como hizo Juan Megino durante sus cuatro años de mandato. Aquí también hay una doble cara, tal que Jano Bifronte: estos dos “detalles” no se compadecen con la actitud que ha mostrado la alcaldesa respecto a Los Coloraos: apoyo –incluso económico- a las recreaciones, facilitar la exposición en el Paseo, infraestructuras, cortes de tráfico, traerse un orador de auténtico talante liberal y democrático, etc. En varias ocasiones (ver hemeroteca) hemos elogiado esa actitud de la alcaldesa en este caso y en otros similares: “son muestras de sensibilidad y flexibilidad”, dijimos hace poco; y en junio resaltamos que “Hay un compromiso cerrado entre el Ayuntamiento y el Gobierno para trasladar esos restos (de Los Coloraos) al monumento de la Plaza Vieja, el popular Pingurucho”. Por eso nos extraña tanto la incongruente orden de no dejar participar a las asociaciones cívicas en el acto oficial y la de eliminar los himnos. La Marsellesa la eliminó Megino porque “era el himno de un país extranjero” y el de Riego, seguramente por republicano. Algunos dicen que este año se han quitado porque hacía mucho calor. Otros dicen que el de Riego es viejuno y la Marsellesa ya se ha escuchado demasiado en la Eurocopa y en las Olimpiadas. Si es así habría que condenar a quien dio la orden a ver durante un mes y un día la escena de Casablanca en la que un checo ordena tocar la Marsellesa para callar a los militares nazis que cantaban su himno, y el dueño del Café Rick, un americano, autoriza a la orquesta. O sea que no, la Marsellesa no es solo el himno de Francia, sino un símbolo universal ligado a la libertad y a la democracia. Y el que no lo sepa que vaya a estudiar a Salamanca.

stats