Vía Augusta
Alberto Grimaldi
‘Informe caritas’
Con buen criterio, vista larga, paso corto y voz enérgica, modera Paco: "el bar La Unión". Los enconados debates de sus clientes; que como ya dijo Sabina, por esas ventas del fino Laina, cafés y barrechas, predominan los temas de izquierdas y derechas y a pesar de que los cafés se sirven templados para no calentar más el ambiente, tengo que decir que me une a esta clientela una buena sintonía, me han aceptado como uno más; la mayoría aguerridos canteros que han formado parte de esa España que madruga, de la universidad de la vida, para esta gente solo es plausible la cultura del día a día, despreciando la demagogia política, asi como todo tecnicismo que estuviese iluminado por la religión y no por la luz de la razón. Sin embargo, tengo que reconocer que a día de hoy me sorprende que el tema central de discusión sea encontrar una metodología que justifique tanto, la izquierda como la derecha. Quizás fue la Ilustración la que puso todo empeño en que el hombre hiciera uso de la razón; lo que el siglo XVIII verbalizo como el "Sapere Aude" Kantiano; pero a pesar de todo seguimos tan inmersos en estos temas, que no pasa un día que no sean motivo de conversación; sin embargo, echando la vista atrás, ni el espacio ni el tiempo justifican que estos términos formen parte de una dialéctica social y mucho menos que colaboren con el gran triunfo Ilustrado, donde parece acuñarse aquello de que: "El hombre ha cumplido la mayoría de edad" y como consecuencia la capacidad de vivir en libertad; sin embargo, el hombre principal protagonista de la crisis de la modernidad tendrá que dejar de argumentar en favor de cada de estos principios y evitar la apología de los mismos. Es por eso que analizar la problemática nacional a través de (izquierda o derecha) es revivir ideas y críticas a priori, en definitiva una metodología que forma parte de una política demagógica, obsoleta y poco consensual; para terminar, sepa el lector que tan dudosa es la línea que los apoya como su origen de procedencia, donde un veintiocho de agosto de mil nueve cientos ochenta y nueve la Asamblea Nacional Constituyente dilucidaba un voto aprobado por la Asamblea Legislativa y que ponía de manifiesto los que estaban de acuerdo con el monarca, posicionándose a su DERECHA, como los que discrepaban lo hacían a su IZQUIERDA.
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