Más árboles, más agua, más industria

Alguno con buena memoria recordará la bronca que se montó durante la primera década de este siglo (y ha seguido coleando hasta hace dos días) entre defensores de los trasvases y los que se decantaban por las desaladoras. La ministra del ramo de aquella época, Cristina Narbona, recibió palos hasta en el DNI por su defensa de la que la mayoría de los técnicos decían que eran la única solución para la sequía: desaladoras a mansalva. Y es que el problema de la sequía es muy antiguo. Recuerden los más viejos la expresión que tanto utilizaba Franco, “la pertinaz sequía”. También se acordarán de los letreros que se pintaron en muchos muros y carreteras por donde tenía que pasar el dictador en su visita a Almería de 1956: “Franco, Franco, Franco. Más agua, más árboles, más industria”. Y es que, en Almería siempre hemos estado más secos que cualquier otro secarral de esta seca España. Pero, aunque la agricultura española es la que más agua consume con diferencia (más del 80 % del consumo de la nación) en Almería hemos sido capaces de optimizar su aprovechamiento: sistemas avanzados de riego, investigación constante…y desaladoras.

Ahora, hasta los más acérrimos trasvasadores han tenido que admitir que no hay agua ni para trasvasar, ni para los propios ribereños de los ríos. Los mismos que clamaban que la ruina de España era segura si no se hacían los trasvases, ahora exigen desaladoras, pero ya, y en cada esquina de la costa. Como dato curioso, una de las soluciones de nuestros políticos actuales es llevar agua en barcos-cisternas a las zonas más necesitadas. De momento ya están en la cola para recibir agua los puertos de Málaga y Algeciras. Y, curiosamente, uno de los puntos de aprovisionamiento de agua es la desaladora de Carboneras. Milagros de la técnica moderna. A este paso, día llegará en que los agricultores de Almería tendrán que venderle agua a los cultivadores sevillanos de arroz y algodón, cultivos “sociales” que, como todo el mundo sabe solo se dan bien en el delta del Mekong y en las llanuras aluviales del Nilo (cuando le da por desbordarse). Ya hemos escuchado, pasmados, a un alcalde de la Axarquía malagueña decir que él ya tiene solucionado el agua para el verano que viene, porque se ha apuntado el primero para recibir el agua de Carboneras. Y añade que hay que estar espabilado. Vivir para ver.