Luis Ibáñez Luque

Aprendizajes del apagón

Uno de los mejores mensajes que recibí el martes por la mañana, tras el apagón, fue el de mi compañero Juan Bautista Rosa, que dijo en un grupo de profesorado: «es una oportunidad única para no dejar pasar lo que ha sucedido y trabajarlo/hablarlo con los alumnos, en mi opinión. Se pueden extraer muchos aprendizajes y reflexiones de todo esto». Además de hablar sobre cómo nos hemos sentido, quizá los aprendizajes más importantes sean aquellos que nos permitan distinguir entre los hechos, los datos, las consecuencias, las explicaciones y las mentiras. No es un ejercicio sencillo y tendremos que adaptarlo al nivel de nuestro alumnado. En el caso de Secundaria y Bachillerato, se puede tratar con total profundidad.

Y es que hay unos hechos que son quizá lo más sencillo de comentar: nos quedamos sin luz a las 12:32 h del lunes y volvió unas horas más tarde, según cada localidad. Otros hechos son que la gente salió a comprar pilas, transistores, necesitaban el dinero en efectivo, etc. Los datos tendremos que sacarlos de internet y de fuentes de información fiables: ¿qué apagones ha habido últimamente en países occidentales? ¿cuánto tiempo tardó en solucionarse? ¿a qué se debió? ¿qué son las energías renovables? ¿de qué manera se está implantando? (incluyendo toda una serie de aspectos positivos y también la manera en que está repercutiendo al paisaje y la agricultura) ¿qué están haciendo al respecto los países de nuestro entorno? Si nos hemos sentido con miedo, aburridos, inseguros, incomunicados… ¿cómo se sienten en barrios y zonas desfavorecidas de España donde hay continuos cortes de luz? ¿cómo se sentirán en Gaza o en los países subdesarrollados? ¿qué pasa con los hospitales y otros servicios públicos?

En cuanto a las consecuencias, ya hay ciertos datos fluctuando en la red, sobre todo referidos a la economía. También se puede hablar de las muertes, que aunque escasas, las ha habido. Se puede poner encima de la mesa cómo tenemos un sistema productivo que es una máquina de tragar energía y más energía, sin importar las consecuencias.

Y una vez que se ha hablado de eso, se pueden sacar unas conclusiones y ver si hay mentiras interesadas en algunos de los mensajes que se están dando. El aprendizaje para la vida, con sentido y contextualizado es esto. Hoy es el apagón, mañana será otra cosa. Pensar de forma racional y crítica nos resultará útil, siempre.

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