La Rambla
Julio Gonzálvez
Propósitos para este año
Ciencias experimentales
Aprincipios de 2020 la prestigiosa revista Nature publicó un algoritmo de inteligencia artificial que permitía tan solo con un ordenador predecir la estructura tridimensional de una proteína en pocos minutos. Sin duda se trataba de un gran avance, ya que la determinación experimental de las estructuras de las proteínas es un trabajo muy costoso, tanto económicamente como en tiempo. Aun así, a algunos les puede parecer que se trata de un premio Nobel obtenido demasiado pronto. Pero las apariencias engañan, detrás de este premio hay un logro que se ha esperado por más de 50 años. Todo comenzó a principios de los años 60 con un simple experimento ideado por Anfinsen que consistía en desnaturalizar una proteína para una vez eliminado el inductor del proceso de desnaturalización, recuperar su forma. Que la proteína recuperaba su estructura tridimensional era obvio porque recuperaba su función. La conclusión que se alcanzaba con tal experimento era que la estructura tridimensional de las proteínas, esa complicada forma y exclusiva en la que se ordenan para realizar su función, estaba codificada de alguna manera en la larga cadena de aminoácidos que representa su composición lineal, su estructura primaria o secuencia de aminoácidos. A partir de entonces se inició la carrera para ver quien conseguía partiendo simplemente de su secuencia predecir la estructura tridimensional. Y he aquí que una empresa de Google, DeepMind lo logró. La validez de estas estructuras computacionales está tan acreditada que el propio Banco de Estructuras de Proteínas (PDB) ha incluido estos modelos computacionales obtenidos con AlphaFold. Pero el éxito de AlphaFold no se debe solo al gran logro científico. También a una adecuada estrategia comercial para vender este logro a la comunidad científica. El programa de AlphaFold se ofreció de inmediato y de forma gratuita a la comunidad científica, facilitando su uso mediante otra herramienta desarrollada por Google, Google Colaboratory. Esta última ofrece a cualquier usuario con una cuenta de Gmail el acceso a los servidores de Google para realizar en la nube cálculos complejos que exigen una gran capacidad computacional. Ello ha permitido que los alumnos de la Universidad de Almería hayan conocido y usado este algoritmo en sus prácticas desde el curso 21-22, mediante una oferta docente solo posible a través de la excelencia investigadora.
También te puede interesar
La Rambla
Julio Gonzálvez
Propósitos para este año
Quousque tandem
Luis Chacón
Propósitos de Año Nuevo
El lanzador de cuchillos
Martín Domingo
Veinticinco
Paseo Abajo
Juan Torrijos
Reyes Magos