Luces y Razones
Antonio Montero Alcaide
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Es costumbre prepararle los discursos a los políticos para que digan lo que conviene decir en cada momento y a Mazón le apañaron una epístola con más de doscientos folios para dar cuenta de su comportamiento el día del desastre del pasado 29 de octubre. Redactar un discurso de más de doscientos folios para dar explicaciones que justifiquen la gestión de un gobierno que permaneció ausente en una situación tan extrema, requiere su tiempo. Tardó 17 días para comparecer en público recitando el discurso que le habían preparado en la sede del Partido Popular en la calle Génova, culpabilizando a otras administraciones de los fallos cometidos durante la catástrofe. Responsabilizó a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) por no haberle informado a tiempo de lo que estaba ocurriendo, cuando dicho organismo, dependiente del Ministerio de Trasmisión Ecológica que dirige la ministra Teresa Ribera, ha demostrado todo lo contrario con pruebas documentales. Pero para el Partido Popular, la culpable de todos los males es Teresa Ribera y han emprendido una campaña contra ella para impedir que sea nombrada vicepresidenta de la Comisión Europea. Se tiró Mazón dos horas y media de discurso y no soltó una palabra para decir donde estuvo el día que se produjo la Dana en la Comunidad Valenciana, desde las 14 hasta las 20 horas. Según se ha podido saber, estuvo en un restaurante llamado El Ventorro. El buen hombre tendría reserva para el 29 de octubre y no era lógico desaprovechar la ocasión de disfrutar de un buen almuerzo en un lugar tan acogedor. Había quedado con una amiga periodista para compartir mesa y habría sido de mala educación darle plantón. Ha manifestado que durante el tiempo que duró el almuerzo y la sobremesa no tenía cobertura en el móvil. Puede ser que se le hubiese gastado la batería o que hubiese decidido apagarlo, como haría cualquier ciudadano que estuviese en su lugar. Un hombre tan ocupado, corre el peligro de ser interrumpido con una llamada telefónica en los mejores momentos y, para un día que uno se toma un descanso, no era cosa dejarlo encendido. Cuando se está en un sitio tan agradable y en tan buena compañía las horas pasan volando. Esa fue la ocupación de Mazón el día 29 de octubre, y Núñez Feijoo no ve motivo para exigir su cese. El único objetivo del Partido Popular es utilizar la catástrofe para culpabilizar a Teresa Ribera y conseguir que no sea nombrada vicepresidenta de la Comisión Europea.
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