Nuestra agricultura, por delante

Nunca una administración destinó tantas ayudas al campo como lo está haciendo el Gobierno de Pedro Sánchez. En los últimos años y tras dos crisis, una económica y otra climática, los agricultores y ganaderos han recibido transferencias directas que han superado los 1.364 millones de euros, de los que 230,4 millones han llegado a Andalucía para paliar los efectos de la guerra de Ucrania y de la sequía.

El Gobierno de España, y especialmente su ministro Luis Planas, han desempeñado un papel crucial de apoyo a nuestro sector primario cuando las dificultades han aflorado, convirtiéndose en el mejor aliado de nuestros productores.

Una prueba más de ese compromiso ha sido la rápida respuesta que se ha dado desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación a los daños ocasionados por la DANA. Desde entonces, las ayudas que han llegado a los agricultores almerienses han ascendido a 7,3 millones de euros, lo que ha permitido aliviar los costes de las reparaciones a aquellos que vieron afectadas sus explotaciones.

La agilidad del Gobierno de Pedro Sánchez contrasta con la lentitud del Ejecutivo de Moreno Bonilla, que sigue sin convocar las que anunció y que a estas alturas ya deberían estar también en manos de los agricultores de la provincia. Esto es lo que pasa cuando hay una administración que vela en todo momento por los intereses de los andaluces y andaluzas y otra, la del PP, que está permanentemente en la propaganda y el marketing.

Pedro Sánchez está demostrando con inversiones que le importa Almería y de ahí la gran apuesta que ha hecho por el desarrollo de nuestra agricultura destinando 236 millones de euros a la mejora de los regadíos para hacerlos más eficientes. Se han planificado las obras de mejora de las desaladoras existentes y la construcción de una nueva en el Almanzora, que cuentan con una inversión de 350 millones.

En cualquier caso, tenemos que seguir en alerta ante otras amenazas que se puedan ceñir sobre el campo, sobre todo si finalmente se confirman los peores augurios y la Administración Trump acaba imponiendo aranceles a nuestros productos. No hay ninguna duda de que el Gobierno de España actuará de manera firme, de la mano de la UE, para defender nuestros intereses. Lo que falta por ver es el camino que tomará la corriente ultra en la que parece sentirse tan cómodo el Partido Popular.