
¿Qué eh lo que eh?
José Antonio Hernández
Solo faltan los extraterrestres
Adagio significa despacio en italiano. Se usa internacionalmente en el lenguaje musical para indicar que la ejecución de una obra debe realizarse con movimiento lento. Es un tempo reflexivo para hablar de la naturaleza humana. La música es el lenguaje universal por excelencia. No padece las barreras idiomáticas. Es uno de los ámbitos de creación más hermosos y con más riqueza de matices. Ligado íntimamente a la danza y la poesía. La ópera, la zarzuela y los musicales son literatura musical o música literaria. Con el paso de los años tiendo a pensar que la diplomacia, actividad ligada al poder y la política, se puede explicar y comprender mejor con términos del lenguaje musical. La pasada semana el Minotauro de Moncloa se fue de viaje a Vietnam y China. Aderezado por la fanfarria trompetera de sus coros habituales. Aunque muy a su pesar la partitura del presente la escribe la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) encargada de la investigación del crimen organizado. Persigue las peores formas de delincuencia en España y fuera de nuestro país. Pero el Minotauro, en el desconcierto mundial que vivimos, pretende erigirse como uno de sus grandes directores de orquesta. Aunque ignore el solfeo diplomático. No digamos con respecto a su conocimiento de las texturas en los equilibrios armónicos que exige la compleja composición de la realidad actual. Su toma del poder y gobierno se basan en la destrucción de toda afinada musicalidad entre los españoles. Voz cantante del cainismo. Dure lo que dure, la banda sonora la ha escrito su hermano. Para la historia quedan las flores y homenaje al dictador comunista Ho Chi Minh en Hanói. Hecho que me llevó a recordar películas como Tierra de pasión (1932) Apocalypse Now (1979) Indochina (1992) y Pelotón (Platoon, 1986) Su director, Oliver Stone, incluyó en la banda sonora una de las composiciones musicales más conmovedoras y sutiles de la historia de la música. Se trata del Adagio para cuerdas (Adagio for Strings) del compositor estadounidense Samuel Barber (1910-1981) La escribió en 1936, cuando estaba estudiando en Roma. Se estrenó el 5 de noviembre de 1938 en Nueva York. En una emisión de la NBC dirigida por el maestro de directores Arturo Toscanini. Música que habla al alma. Que piensa y siente. Debemos pensar y sentir que estamos haciendo con nuestro hogar. Con España. Con su voz en el mundo.
También te puede interesar
Lo último