Antonio Lao
Obras en el Paseo de Almería: objetivo devolverle su esplendor
Luces y razones
El abandono tiene muchas formas de presentarse, mas ninguna es repentina, de buenas a primeras, sino que resultan, casi a la vez, del descuido y del paso del tiempo. No se trata solo de alejarse de algo, o de alguien, aunque ya de ese modo comienza a hacer de los suyas el abandono, sino, sobre todo, de no prestar las atenciones o cuidados que se brindan, de manera casi natural, a cuanto está cerca y con lo que se convive. Esta añosa furgoneta, acondicionada como caravana, ha debido dar aposento en viajeras jornadas, para lo que no debieron faltarle cuidados, ya que, además del desplazamiento, ofrecía hospedaje y estancia. Sin embargo, muy cerca de una carretera quedó aparcada, no de manera transitoria, para reanudar la ruta del viaje tras una parada oportuna, sino como primera causa del abandono que después se acrecienta con los efectos de quedar a la intemperie. Todavía no ha conocido esta furgoneta los efetos del desguace, por el que quedará deshecha, desbaratada y, si acaso, se guardarán algunas de sus piezas útiles por si, puesto el cuidado en otra furgoneta similar, se buscan para reparar algún estropicio mecánico. También parece que, abandonadas las cosas, por sí mismas reclamarán, si no cuidados, sí al menos ser retiradas para arrinconarlas. Pero el abandono cursa con el descuido, la inadvertencia y el olvido.
También te puede interesar