¡A por ellos!

Paseo Abajo

He hablado con Juan, vecino y amigo de Pechina, tras pasar unos días con la familia a Cataluña, fue el primero que levantó la voz contra lo que venía ocurriendo en el pueblo, en el que los robos sufridos, los narcos y los ladrones mandaban a su anchas en el municipio, no dejando títere con cabeza, cortijo sin visitar y contador eléctrico sin manipular. Estaba satisfecho, a medias nos decía, con la operación llevada a cabo por la policía y la guardia civil. Ha costado, pero por fin se les ha dado una buena lección. El pueblo vivió unas horas, que fueron inolvidables para los vecinos, que veían con satisfacción la toma del municipio por cientos de miembros de seguridad, policías y guardias civiles defendiendo, por fin, la tranquila vida de los pechineros. Pero no se le notaba la voz segura.

Fue hace unos tres años la primera vez que Juan me habló de lo que venía ocurriendo en su pueblo. De la intranquilidad que se estaba viviendo en los cortijos, y del miedo que rodeaba la vida en el pueblo. Hubo reuniones con el ayuntamiento, con el gobernador civil, acudieron miembros de la benemérita, se habló de la situación, pero al cabo de unas semanas se dejó de ver el verde coche de los civiles, y todo parecía que volvía a sus principios.

Fueron unos tiros en la noche, recogidos por los medios, y denunciados por los vecinos, los que pusieron la voz de alarma, y se empezó a fraguar lo que terminaba la pasada semana con una operación que ha detenido a más de treinta delincuentes, pongamos lo de presuntos, que las leyes ya sabemos que últimamente los protegen más a ellos, decomisadas armas de guerra, dinero y droga. Operación cerrada, triunfo de las fuerzas de orden, medalla en el pecho para don José María Martín, primera y gran satisfacción la suya tras ser nombrado ese mismo fin de semana secretario provincial del Psoe en Vícar, y nuestra enhorabuena por el éxito.

Tras Pechina, no es el único pueblo del Andarax donde sonaron tiros en la noche, recuerden que los hubo en Gádor, que se anunció la presencia de más medios, pero no parece que se haya logrado el desmantelamiento que según parece se ha logrado en el vecino. Juan no duerme más tranquilo, me dice, Pechina sigue dentro de la hecatombe en la que la han sumergido unos delincuentes a lo largo de los últimos años, más de tres llevamos viviendo con esta situación, hoy unos están en la cárcel, otros se siguen paseando por las calles como si nada hubiera ocurrido.

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