Tikún Olam

Este concepto es un llamamiento universal a la acción social y trabajar por el bien común

28 de mayo 2024 - 00:15

Dejando a un lado opiniones personales sobre el desolador panorama que ofrece cierta parte del mundo quiero traer hoy una idea con la que me topé hace poco. El Tikún Olam es un concepto fundamental en la tradición judía y podría traducirse como “reparar o perfeccionar el mundo”. Este principio tiene profundas raíces en la ética y la filosofía judías abarcando una amplia gama de acciones que buscan mejorar la sociedad y el mundo en general.

El significado de Tikún Olam ha ido evolucionando y ampliando su alcance a lo largo de la tradición hebrea. En un principio se recogía en los textos sagrados como una medida legislativa destinada a proteger a los más vulnerables y asegurar una justicia social básica. Según parece tiene también un sentido espiritual puesto que la interpretación mística del judaísmo (la Cábala) considera que tras la creación del mundo como una estructura perfecta este se rompió, esparciéndose por la tierra multitud de chispas divinas. Un noble objetivo del ser humano sería recoger y restaurar estas chispas a través de acciones justas que contribuirían a la reparación del mundo. Pero hoy, el judaísmo moderno, considera este concepto como un llamamiento universal a la acción social y ética.

Así, el Tikun Olam, se puede practicar desde la sostenibilidad ambiental, llevando a cabo acciones que buscan reciclar, conservar los recursos naturales y, en definitiva, cuidar nuestro planeta. También se puede practicar con programas de asistencia social, voluntariado y defensa de los derechos humanos. El Tikún Olam también está en la educación en valores éticos y morales. Pero sobre todo, y es lo que más me gustó del concepto, está en esas pequeñas acciones diarias que tenemos oportunidad de realizar constantemente. Cada acto de generosidad, de cuidado y de respeto hacia nuestros semejantes, por nimio que parezca, esconde un gran potencial para cambiar el mundo.

Aunque su labor es fundamental no es necesario ser activista o voluntario de una ONG para “reparar el mundo”. Tenemos muchas oportunidades cada día de recoger pequeños fragmentos que tal vez restauren un gran destrozo, un gran dolor. El Tikún Olam es una práctica continua de mejora y responsabilidad que nos inspira como individuos y comunidades a trabajar por el bien común. Trasciende, por supuesto, a cualquier religión y creo que nos invita a todos a participar de un futuro donde cada gesto cuenta.

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